El expresidente brasileño Jair Bolsonaro negó este sábado haber pedido o recibido joyas del Gobierno de Arabia Saudí, como regalo para su esposa en 2021, luego de que el periódico 'O Estado de Sao Paulo' denunciara la víspera el intento de ingresarlas al país de forma ilegal.
De acuerdo con el diario, las autoridades saudíes obsequiaron dos años atrás a los Bolsonaro con "un collar, un anillo, un reloj y un par de pendientes de diamantes", de la marca Chopard y valorados en 3,2 millones de dólares, que fueron incautados por el Fisco tras no ser declarados en la aduana del aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo.
Los agentes encontraron los exclusivos regalos en la mochila de un militar, asesor del entonces ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, que integraba la comitiva brasileña que viajó en la época a Oriente Medio.
De acuerdo con lo publicado por el periódico el viernes, el ministro quiso hacer uso de su cargo para liberar las joyas, que permanecieron retenidas pues es obligatorio declarar cualquier bien que entre a Brasil cuyo valor supere los 1.000 dólares.
"Me acusan de un regalo que no pedí ni recibí. No hay ilegalidad de mi parte. Nunca practiqué la ilegalidad. Vean mi tarjeta corporativa personal. Nunca saqué ni pagué un centavo con esa tarjeta", dijo Bolsonaro a la red de televisión CNN Brasil.
Según 'O Estado de Sao Paulo' "en los dos últimos meses" del mandato de Bolsonaro (2019-2022), que terminó el pasado 1 de enero, "hubo cuatro intentos frustrados" del líder ultraderechista para recuperar las joyas, movilizando hasta a los Ministerios de Economía y Relaciones Exteriores.
El último intento tuvo lugar el pasado 29 de diciembre, tres días antes de que Bolsonaro dejara el poder y fuera sucedido por Luiz Inácio Lula da Silva, cuando "un funcionario del Gobierno" viajó en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) hasta la aduana de Guarulhos y dijo que "estaba allí para retirar las joyas".
El periódico también señala que el propio Bolsonaro envió una carta al gabinete del Fisco Federal "para solicitar que los bienes fueran destinados a la Presidencia de la República".
Según la legislación brasileña, el Gobierno podía haber recibido las joyas si hubieran sido declaradas como un "regalo oficial", aunque en ese caso habrían quedado en propiedad del Estado brasileño.
Al ser declarados como objetos personales, la única manera de recuperarlos sería pagando el impuesto de importación, que alcanza el 50 % del bien confiscado, y una multa de más del 25 % por intentar introducirlos de manera irregular.
Este sábado, Fabio Wajngarten, quien fuera el jefe de Comunicaciones durante el mandato del líder ultraderechista, señaló en las redes sociales que ni Bolsonaro ni su esposa sabían de los regalos, y dijo que las joyas, junto con un caballo en miniatura, llegaron en una "caja cerrada que sólo fue abierta por la Aduana en el aeropuerto".
Documentos también publicados por el exfuncionario señalan que el Gobierno de Bolsonaro intentó recuperar las joyas bajo el argumento de que los objetos serían analizados para su incorporación "a la colección privada del Presidente de la República o a la Colección Pública de la Presidencia de la República".