Los candidatos a ocupar la presidencia de Brasil, el actual mandatario Jair Bolsonaro y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, se han enfrentado en el último debate electoral antes de la segunda vuelta electoral de este domingo, donde han intercambiado acusaciones y discutido sobre el salario mínimo, la corrupción y el aborto.
El actual presidente ha sido el encargado de abrir el debate, si bien para los analistas brasileños Lula es el que ha dominado el primer tramo al requerir a Bolsonaro sobre su gestión de la pandemia, así como por sus decisiones al frente de la política exterior y medioambiental.
Entre otros temas, Lula ha recriminado a su oponente que el salario mínimo sea menor que cuando este llegó al cargo y ha recordado que durante su Gobierno (2003-2010) este se elevó en un 74 por ciento. Bolsonaro ha prometido elevar hasta los 1.400 reales, desde los 1200 actuales (265 y 227 euros, respectiamente), esta cuantía, aunque no lo tenía previsto en los presupuestos, según 'O Globo'.
La estrategia de Bolsonaro, en cambio, ha sido intentar vincular al Partido de los Trabajadores, por el que se presenta Lula, "con el color rojo" y ha asegurado que el expresidente "apoyó acciones de invasión de tierras".
Además, el presidente ha tildado a su oponente de "abortista", después de que este recordase un discurso de hace décadas en el que Lula defendía el uso de la píldora del día después. Sin embargo, el candidato del PT ha afirmado estar en contra del aborto al igual que "sus mujeres". "Respeto la vida, porque tengo cinco hijos, ocho nietos y una bisnieta" ha argumentado.
El aspecto armamentístico también se ha abierto paso en el debate. Bolsonaro ha defendido su política en esta materia y ha acusado a Lula de reunirse con "jefes de la droga" por encontrarse con líderes comunitarios del Complejo del Alemán, un grupo de favelas en la zona norte de la capital.
El expresidente ha asegurado que allí se reunió con "gente maravillosa" y trabajadora y que ellos (el PT) "han hecho la campaña de desarme más grande del país porque prefirieron optar por los libros".
Ambos han aprovechado el minuto final para pedir los votos para su perfil, ocasión en la que Bolsonaro ha llamado a votar por la garantización de los valores más conservadores mientras que Lula lo ha hecho por restablecer "la armonía" en el país.
BOLSONARO RECONOCERÁ EL RESULTADO DE LAS ELECCIONES
En una declaración posterior al debate, Bolsonaro ha afirmado que reconocerá el resultado de las urnas. Al ser preguntado por si reconocería el resultado de las elecciones ha respondido "sustento", y al ser repreguntado ha asegurado que "el que más votos tenga se lo lleva".
Durante las últimas semanas el presidente había sembrado la duda de si aceptaría como legítimos unos resultados que no le fueran favorables tras poner en duda las garantías del sistema electoral y acusar al Tribunal Superior Electoral de retirar parte de la propaganda de su candidatura.
Los sondeos para la segunda vuelta de los comicios, que tendrá lugar este domingo, apuntan a una victoria de Lula da Silva, que recabaría el 53 por ciento de los votos válidos, frente al 47 por ciento del actual presidente.
Si Lula vence las elecciones tendrá que lidiar con uno de los congresos más conservadores de la historia democrática de Brasil. Las fuerzas bolsonaristas dominan la Cámara, siendo el Partido Liberal (PL) de Bolsonaro el que cuenta con mayor presencia. Un importante desafío para el antiguo líder sindical, que tendrá que llegar a acuerdos para cumplir con promesas electorales como aumentar los programas sociales y mayores controles medioambientales.