El Armani Milan está viviendo una temporada tormentosa en la Euroliga, se halla muy lejos de los puestos cabeceros -es penúltimo igualado con el Asvel- y este hecho le ha llevado a buscar un golpe de efecto de cara a su afición con el fin de intentar remontar el vuelo.
Según afirma 'La Gazzetta dello Sport', el club lombardo ha cerrado el fichaje de Kemba Walker, base de 32 años y 1,83 metros de altura que en su día dio grandes exhibiciones en la NBA hasta el punto de ser cuatro veces All Star. En concreto, militó ocho temporadas en Charlotte, donde llegó a promediar 25,6 puntos por encuentro, dos en los Celtics y otra en los Knicks, donde fue cortado.
Pese a que sus últimos años se han visto mediatizados por varias lesiones de rodilla y ha perdido pujanza, no cabe duda de que se trata de uno de los fichajes más glamurosos que podían darse en el baloncesto europeo. Su última experiencia en la NBA tuvo lugar en los Mavericks, que le hicieron un contrato temporal tras despedir a Facundo Campazzo. Con Dallas apenas disputó nueve duelos con medias de 8 puntos y 2 rebotes.
A poco que su estado físico sea el ideal, Walker elevará el prestigio de la Euroliga y contribuirá a llenar las canchas de los equipos con su calidad. Su fichaje puede relanzar las aspiraciones de un Armani cuya dirección de juego se ha convertido en un agujero de dimensiones siderales tras la grave lesión sufrida por Kevin Pangos.
El canadiense, al igual que el exbaskonista Shavon Shields, está siendo una figura muy añorada por Ettore Messina, necesitado de una prolongación sobre la cancha en una campaña donde no gana para disgustos.