José Bordalás aterriza esta tarde (19 horas) a San Mamés dentro de la séptima jornada de Liga en Primera División. Llega a Bilbao con el escozor de recibir cuatro goles y de salir de vacío en Anoeta pese a marcar tres. Ante el Athletic se le presenta al Getafe una nuevo desafío para sumar más allá de los siete puntos que ostenta en la tabla y, sobre todo, comenzar a sumar lejos del Coliseum Alfonso Pérez.
Porque, junto a la derrota ante la Real sumó previamente las cosechadas en Montilivi ante el sorprendente Girona de Míchel (3-0) y en el Bernabéu ante el Real Madrid (2-1). Todo lo cosechado hasta ahora se lo ha llevado ante su parroquia, el empate en el estreno ante el FC Barcelona y los triunfos sobre el Deportivo Alavés con aquel polémico penalti (1-0) y Osasuna con un triplete consumado de cabeza (3-2).
El entrenador alicantino espera, con un mayor equilibrio y concierto defensivo, un choque con menos goles que el domingo en el Reale Arena. "El partido del otro día fue inesperado con un buen número de goles. No era nuestra intención que se diera ese partido, y somos conscientes de los errores que hemos cometido. Al principio encajamos un gol y sacamos tres puntos, ahora con cuatro solo tres. Afrontamos el partido de San Mamés ante un rival en alza, con un nivel de intensidad muy alto en la catedral del fútbol español, un escenario que a cualquier jugador y entrenador le gusta disputar".
El extécnico del Alavés ha ensalzado las virtudes del equipo de Ernesto Valverde en la rueda de prensa que esayer a mediodía concedió tras el último entrenamiento de sus hombres en la Ciudad Deportiva Fernando Santos pese a las bajas de Íñigo Ruiz de Galarreta y Nico Williams. "Muchas alternativas, muy buena dinámica, muy vertical y muy intenso, está peleando por objetivos diferentes a los nuestros, muy ambiciosos, estar en Europa. Está en muy buen momento. Tenemos que estar a un nivel muy intenso. Atención, concentración y buen hacer para sacar un buen resultado".
En esta semana de dos partidos el once visitante puede ser el compuesto por Soria; Damián, Mitrovic, Duarte, Diego Rico; Djené, Maksimovic; Carmona, Aleñá, Latasa; y Borja Mayoral.
La Catedral se le da bien
La historia dice que, a lo largo de su carrera de entrenador, Bordalás, tras pasar durante dos décadas por el fútbol de barro y de bronce por equipos como los dos clubes de su ciudad, Elche, Eldense y Alcorcón, ha visitado San Mamés en seis ocasiones desde que pasara a dirigir al Getafe, cuando aún estaba en Segunda, tras relevar a Juan Eduardo Esnaider en septiembre de 2016. Precisamente hoy se cumplen siete años de su llegada al club del que es propietario y presidente Ángel Torres.
Entre el club azulón y su paso por el Valencia, el saldo para el técnico alicantino es de un triunfo y otra derrota, y el resto empates. También sobresale el dato de que uno de sus jugadores ha sido expulsado, lo que nunca se ha dado en el Athletic, y que en todas ellas consiguió salir con el resultado de tablas.
En su primera visita ya se dio tal circunstancia, con la roja que veía Álvaro Jiménez a los 66 minutos en aquel 0-0 de agosto de 2017. En la segunda, en noviembre de 2018, también se registró reparto de puntos, 1-1. Peru Nolaskoain adelantaba a los leones en el minuto 67 para equilibrar, diez minutos después, Jaime Mata.
Este delantero madrileño también participó en febrero de 2020, cerrando aquel 0-2 en el minuto 50 tras abrirlo Damián Suárez en el 36. Y su último viaje a Bilbao como técnico getafeño data de enero de 2021, saldado con su única derrota encajada en el feudo rojiblanco, con un contundente 5-1. Gracias al tanto de Cucurella en la primera jugada, el choque comenzó inmejorablemente pero los locales voltearon el marcador con un doblete de Raúl García, Yeray, Berenguer y De Marcos.
Tras su paso por el club madrileño, Bordalás fichó por el Valencia. Únicamente estuvo en la campaña 2021-22, si bien pasó por San Mamés en dos oportunidades: en la primera, en la ida de semifinales de Copa, se registró el empate a uno, antesala del zapatazo de Guedes y el 1-0 de la vuelta en Mestalla que permitió a los chés acceder a la final de La Cartuja que posteriormente perdieron ante el Betis. Raúl García adelantó al Athletic a los 37 minutos y, tras la expulsión de Maxi Gómez, ejerciendo de suplente, antes de llegarse al descanso, Hugo Duro nivelaba la eliminatoria en el 65.
Posteriormente, en los compases finales de aquella temporada, ambos equipos empataban sin goles en un encuentro en el que Guillamón vio la roja en el minuto 98.