La noche de los reencuentros, la del Athletic con las semifinales de la Copa por tercera temporada consecutiva, la de Marcelino García Toral y su cuerpo técnico con el Valencia, equipo al que hicieron campeón del torneo del K.O. antes de verse obligados a salir de allí de forma abrupta y, también, por qué no, la del esperado saludo entre el técnico asturiano y su homólogo en el banquillo valencianista, José Bordalás –por aquello de que parecen haber limado las asperezas del pasado, al menos de cara a la galería...–, se saldó con un partido feo, duro, muy trabado y con un sinfín de interrupciones. Nada que no estuviera previsto en el guion del mismo. Ya avisó Marcelino en la previa que el encuentro sería muy distinto a los dos anteriores que se vivieron en San Mamés, los de las inolvidables noches ante el Barcelona y el Real Madrid. Y no se equivocó lo más mínimo. No hace falta ser ningún gurú para imaginar cuál sería el planteamiento del Valencia, pero uno no siempre está capacitado para amoldarse a ello. Y Marcelino y el Athletic no lo estuvieron. No al menos a tiempo completo.
A los puntos, Bordalás le ganó la partida a Marcelino, al que le cegaron los encuentros recientes, y el Valencia estuvo más cerca de inclinar la balanza de su lado en un combate que terminó siendo nulo. El nombre del finalista de la Copa se conocerá en 19 días en Mestalla. Agárranse, que vienen curvas.
Las mejores imágenes del Athletic - Valencia. Fotos: Borja Guerrero / Juan Lazkano / Oskar González / Pablo Viñas
el Athletic no se dejó llevar por ese otro fútbol que practican los equipos de Bordalás Al alicantino le bastan un puñado de semanas para contagiar de su espíritu guerrillero a sus futbolistas.Cuestiones extradeportivas al margen, Bordalás se salió con la suya en un choque en el que Marcelino pecó de triunfalista, cegado por los excelentes resultados de los encuentros más recientes. En lugar de apostar por un fútbol vertiginoso, ese que le ha llevado aspirar a pelear por Europa en liga y a estar en sus terceras semifinales coperas seguidas, buscó el mimetismo con su rival. Y no funcionó.
Cierto es que Mikel Vesga y Dani García, y en menor medida Raúl García, venían de cuajar muy buenas actuaciones, pero ante rivales cuya propuesta futbolística era otra totalmente distinta a la que ofrece el Valencia, que no tiene reparos en asentarse en su campo, olvidarse del balón y dedicarse a defender.
El Athletic terminó atrapado en esa tela de araña perfectamente cosida por el cuadro valencianista. Sin velocidad en el juego y con muchas imprecisiones, le puso las cosas muy fáciles al Valencia, que empezó mejor y, salvo en el arreón final y en el tramo previo al descanso, tuvo al conjunto rojiblanco bajo su control.
Solo Raúl García pudo librarse de su par para marcar el tanto que llevó la alegría a la grada, que no encontró muchos motivos para el festejo en una noche gris. Pero la alegría no duro en exceso. El Athletic, sin saber muy bien por qué, como si pensara que los goles en campo contrario siguen valiendo doble, dio un paso atrás a la vuelta de vestuarios, dejó que el rival se creciera, se volviera a enchufar al partido, y lo pago caro. Por fortuna, solo un poco, pues cedió el empate. Bordalás le ganó a los puntos a Marcelino y todo se decidirá en Mestalla.
La cifra
484
Son los partidos que ha disputado Iker Muniain con la camiseta del Athletic. El capitán rompió la igualada que mantenía con José Mari Orue en el octavo puesto del 'ranking' histórico del club y es ya el séptimo en solitario. Además, ha conseguido más de 200 victorias en sus trece temporadas en el primer equipo.