El presidente chileno, Gabriel Boric, se reunió ayer con los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado de Chile tras el rechazo este domingo del proyecto de Constitución elaborado por la Convención Constituyente. Boric les instó a abrir negociaciones para lograr un “camino institucional” para el proceso constituyente.
Boric va a “convocar a los distintos partidos con representación parlamentaria, también a actores de la sociedad civil, para escuchar sus puntos de vista”, explicó el presidente del Senado, el socialista Álvaro Elizalde. “Nos ha pedido que en el Congreso Nacional se desarrolle un diálogo que permita establecer un camino institucional para avanzar en el proceso constituyente”, explicó.
Así, Elizalde indicó que él y el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto, convocarán durante esta semana a todos los partidos con representación parlamentaria “con el objeto de promover un diálogo que nos permita a la mayor brevedad posible transmitir una certeza a Chile”.
“El camino institucional para cumplir con el compromiso de avanzar hacia una Constitución que sea un factor de unidad, entre todas las chilenas y chilenos. Esperamos avanzar con celeridad en este proceso, escuchando las distintas miradas y las propuestas”, explicó Elizalde.
Rechazo abrumador
Una abrumadora mayoría rechazó este domingo la propuesta de nueva Constitución en Chile con casi el 62% de los votos, resultado que mantiene de momento el texto actual, redactado en 1980 por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) y reformado parcialmente en democracia. “Ha hablado el pueblo de Chile y lo ha hecho de forma fuerte y clara”, reconoció Boric.
El mandatario, partidario del cambio constitucional, anunció que trabajará de la mano “de la sociedad civil y del Congreso” para buscar un “itinerario constituyente” y darle celeridad a un nuevo proceso.
Los categóricos resultados, añadió, “exigen a nuestras instituciones que trabajemos hasta conseguir una propuesta que nos interprete a todos, que dé confianza”.
La opción de aprobar el nuevo texto, que declararía a Chile un Estado social de derecho y fue definido como el más feminista y uno de los más vanguardistas del mundo en materia de igualdad de género y protección de la naturaleza, cosechó solo el 38% de los apoyos.
Llamamiento a la calma
“Queremos hacer un llamado a la calma, a estar orgullosos del trabajo realizado (...) La Constitución del 80 no nos representa”, indicó por su parte la diputada comunista Karol Cariola, portavoz de la campaña del Apruebo.
La contundencia de los resultados recuerda al plebiscito de octubre de 2020, convocado para encauzar la ola de protestas de 2019 y donde el 78,2% de los chilenos decidió iniciar un proceso constituyente y redactar una nueva Constitución.
“NO UNE AL PAÍS”
El carácter plurinacional del Estado, el derecho al aborto, la reelección presidencial, el sistema de justicia y la eliminación del Senado son algunos de los temas incluidos en el nuevo texto que generaron más animadversión entre la ciudadanía.
Las dos coaliciones oficialistas Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático se comprometieron a reformar el texto y moderar los aspectos más controvertidos en caso de aprobarse, pero no fue suficiente para convencer a los electores.
“El triunfo del Rechazo es la gran derrota de una ideología que pretendió imponerle a los chilenos la plurinacionalidad y muchos otros conceptos tan ajenos a nuestra idiosincrasia”, aseguró por su parte Gonzalo Müller, de la Universidad del Desarrollo.