El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha recibido este viernes por la noche un cuestionario de la Policía Metropolitana de Londres sobre el escándalo del 'Partygate', las fiestas celebradas en el número 10 de Downing Street.
"Podemos confirmar que el Primer Ministro ha recibido un cuestionario de la Policía Metropolitana. Responderá según sea necesario", ha dicho un portavoz del número 10, tal y como recoge el diario inglés 'The Daily Mail'.
El formulario debe responderse con sinceridad
La Policía Metropolitana de Londres ha mandado este documento al primer ministro británico y ha solicitado "una explicación de la participación del destinatario en los eventos", demandando que, dado que el formulario tiene estatus legal, "debe responderse con sinceridad".
Un portavoz del número 10 de Downing Street le dijo previamente al periódico 'The Independent' que las respuestas proporcionadas a la Policía londinense serían "tratadas como declaraciones escritas hechas con precaución", ya que Johnson podría enfrentarse a una multa si no ofrece su testimonio.
Plazo de siete días para responder
En este sentido, el primer ministro tiene un plazo de siete días para responder al cuestionario, que ha sido enviado por correo electrónico a más de 50 personas investigadas por las fiestas celebradas en Downing Street durante la pandemia, aunque ser contactado no implica ser multado, según recoge la BBC.
Este mismo jueves, la jefa de Scotland Yard, Cressida Dick, ha presentado su dimisión, una semana después de que el alcalde de Londres, Sadiq Khan, le mostrara su rechazo a cómo había manejado una serie de escándalos dentro de la Policía Metropolitana.
Su renuncia al frente de Scotland Yard se produce no solo en medio del escándalo de las fiestas de Navidad en el número 10 de Downing Street, sino también entre las críticas de quienes no creen que haya podido atajar una serie de escándalos de racismo, homofobia y sexismo dentro de la Policía londinense, entre ellos el asesinato de Sarah Everard por parte del oficial Wayne Couzens.
Un comportamiento "difícil de justificar"
En paralelo, esta misma semana, el ex primer ministro británico John Major ha considerado que el actual 'premier', Boris Johnson, "violó las restricciones" impuestas por la pandemia de COVID-19 con las supuestas fiestas celebradas en Downing Street.
Major, conservador, también ha acusado al Gobierno de pensar "que no tenía que obedecer las reglas" y ha advertido de que "las mentiras descaradas generan desprecio", al tiempo que ha lamentado que "día tras día se ha pedido a la ciudadanía que creyera en lo increíble".
"La afirmación de que hay una ley para el Gobierno y otra para todos los demás es políticamente letal, y da en el blanco", ha agregado el ex primer ministro, que ostentó el cargo entre 1990 y 1997, según ha recogido la BBC.
Las supuestas fiestas en Downing Street han puesto contra las cuerdas a Johnson. El informe de Sue Gray sobre el asunto, publicado de forma parcial, concluye que el Gobierno de Johnson incurrió en "fallos de liderazgo y juicio", al tiempo que ha incidido en que el comportamiento del Ejecutivo en torno a las reuniones "es difícil de justificar".