Uno de los jugadores del Deportivo Alavés que aún no sabe lo que le deparará el futuro es Borja Sainz. El extremo de Leioa, de 20 años y con contrato hasta 2023, se convirtió hace dos temporadas en el primer futbolista nacido en el siglo XXI en debutar con el primer equipo albiazul y, de la mano de Asier Garitano, dejó pequeños detalles de lo que podría aportar una vez superado su proceso de maduración en la máxima categoría.
No obstante, esa llama que apareció de forma repentina –debutó aún en edad de juvenil y con ficha del filial– y que ilusionó a muchos aficionados por su afilado desparpajo sobre el terreno de juego se ha ido apagando a lo largo de este último curso.
Salvo Pablo Machín, que sí lo convirtió en uno de sus principales revulsivos, ninguno de los otros dos técnicos (Abelardo y Calleja) que han pasado por el banquillo de Mendizorroza le han prestado atención a Borja, que desde la marcha del entrenador soriano únicamente ha jugado 159 minutos en 20 encuentros de liga.