La presidenta del Parlament suspendida, Laura Borràs, afirmó ayer que la cámara catalana está secuestrada por la “partitocracia”, a la par que arremetió contra ERC, el PSC y la CUP por haberla suspendido del cargo “con frivolidad, intencionalidad política e interés partidista”.
Borràs fue la encargada de clausurar la 54 edición de la Universitat Catalana d’Estiu (UCE), celebrada en Prada de Conflent, con un coloquio sobre los “límites del parlamentarismo”, en el que señaló que los partidos independentistas tienen pendiente “una reflexión desde la misma noche del 14F”, unas elecciones que desembocaron “en el Parlament más independentista de la historia”.
La líder de JxCat y presidenta del Parlament suspendida fue aclamada en la UCE con gritos de “presidenta” e “independencia” y, si bien en el acto era presentada como “presidenta suspendida”, el presidente de la universidad, Jordi Casassas, se refirió a ella como “presidenta”.
La Mesa del Parlament suspendió a Borràs de su condición de diputada y presidenta el pasado 28 de julio tras la apertura de juicio oral por corrupción, y tanto ERC como PSC han emplazado a JxCat a que la reemplacen en el cargo para evitar la situación de interinidad en la presidencia de la cámara, un extremo descartado por la formación.
CrÍtica a los grupos
Aunque al principio de su intervención señaló que no hablaría de su suspensión como diputada, Borràs arremetió contra los diputados que “han decidido hacer de jueces por adelantado, con demasiada frivolidad, con intencionalidad política y por interés partidista”, en una crítica a ERC, PSC y la CUP, aunque sin mencionar a estas formaciones de manera directa. “No me instalaré en los reproches”, insistió Borràs, si bien acusó a los tres partidos de haber hecho un uso “sesgado del reglamento” para suspenderla como diputada y presidenta de la cámara: “¿Estamos más cerca o más lejos de la independencia? ¿A quién beneficia todo esto que pasa?”.
Para Borràs, el Parlament está “secuestrado por la partitocracia” y no es “una cámara libre y soberana”, un estatus que sólo podrá alcanzar, en su opinión, cuando sea el parlamento “de una nación independiente”. “El límite al parlamentarismo no podemos aceptarlo como normal”. “Visto el comportamiento de los jueces, el Parlament sólo será soberano cuando sea el parlamento de una nación libre e independiente”, añadió.
Borràs lamentó que “para frenar la deriva autoritaria e invasiva de la judicatura española no hay una posición compartida ni se ha definido conjuntamente ninguna estrategia” y pide a los partidos independentistas escuchar lo que pide la ciudadanía con su voto.
“El 52% de la gente que votó el 14 de febrero no nos dio la confianza para que intentásemos encontrar estrategias para acomodarnos en la autonomía, porque mientras los objetivos sean y se limiten a alcanzar pequeñas cuotas de poder autonómico es evidente que nos alejamos del gran objetivo que es la independencia”, dijo.
Borràs elogió la demostración de que “es posible saltarse los límites del autoritarismo” que, a su juicio, fue el 1-O y cree que esta es la fórmula a seguir para alcanzar la independencia. Al contrario de la fórmula del diálogo, a través de la mesa de negociación, ya que considera que ha pasado “a ser contraproducente para el camino hacia la independencia”.
Por último, criticó que “no tiene nada de normal que debatir sobre determinadas cuestiones o aprobar determinadas resoluciones en el Parlament sea prácticamente sinónimo de inhabilitación”.