El alto representante para la política exterior de la Unión Europea (UE), el español Josep Borrell, declaró hoy en una entrevista con Efe que disponer del gasoducto Midcat entre España y Francia ayudaría a aliviar el problema de suministro de la UE y abogó por empezar a construirlo cuanto antes.
"Hay que pensar no solamente lo que ahora transporta ese gasoducto sino lo que puede transportar mañana. Ojalá lo hubiésemos hecho antes, pero más vale empezar hoy que mañana", declaró Borrell a Efe en Santander donde participa y dirige el curso "Quo vadis Europa", que este año cumple su décimo aniversario dentro de la programación de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
El coordinador de la diplomacia europea cree que esa infraestructura "ayudaría", pero reconoció que "no se construye de la noche a la mañana" y que "una inversión de esta naturaleza necesita un horizonte de explotación".
"Se dice que cuando se haya construido ya no querremos transportar gas, ya no querremos usar gas, ni ruso ni de nadie, para luchar contra el cambio climático. Bueno, lo usaremos para transportar hidrógeno", lanzó el también vicepresidente de la Comisión Europea.
España defiende retomar la construcción del gasoducto MidCat para conectar Francia y España gasísticamente por el Pirineo catalán, que en el pasado formó parte de la lista de proyectos de interés común de la Comisión Europea hasta que París y Madrid renunciaron al proyecto en 2019.
Borrell aseguró que en su etapa como ministro español de Obras Públicas entre 1993 y 1996 aprendió "muy bien lo difícil que es llegar a acuerdos con Francia para hacer interconexiones transpirenaicas", sean carreteras, líneas ferroviarias o conexiones energéticas.
"En el túnel de Somport (Aragón), por la parte española llega una autopista y por la parte francesa una carretera de montaña. Siempre ha sido un problema. Había que haberlas hecho interconexiones transpirenaicas para conectar la península ibérica a la red de gas y a la red eléctrica europeas", dijo.
No obstante, subrayó la "paradoja" que Francia, que tradicionalmente ha dificultado esas infraestructuras de unión, necesite ahora importar electricidad desde el Estado.
"A Francia ya le gustaría que hubiera más conexiones de las que hay porque, paradojas de la historia, quien está recibiendo y le gustaría recibir más, porque tiene la mitad de sus centrales nucleares paradas, es Francia. Desde el punto de vista de la electricidad, ahora quien echa en falta la interconexión es Francia más que nosotros", dijo.
En términos de conexiones gasísticas, el flujo transpirenaico es de 8.000 millones de metros cúbicos al año, lo que es "muy poco" en relación con el consumo de unos 400.000 millones del conjunto de la UE, lo que hace atractivo los cerca de 7.500 millones de metros cúbicos que añadiría el Midcat.
El alto representante para la política exterior de la UE también se refirió al ahorro energético conjunto del 15% (y del 7% para el Estado) al que se han comprometido los Estados miembros para hacer frente a posibles problemas de suministro en invierno y, en concreto, a la polémica en España ante el rechazo de la Comunidad de Madrid a esa medida.
"Habrá que apagar donde haya que apagar. Desde luego, entre cerrar las luces del escaparate (...) o del alumbrado de Navidad y parar industrias, yo creo que la elección es fácil, porque de las industrias depende el empleo y del empleo depende el funcionamiento la economía", dijo.
"Y si tuviésemos que llegar a racionar el gas, pues tendríamos que decir qué cosas son más importantes que otras y algunas cosas menos importantes, en Madrid y en cualquier otro sitio, tendrían que apagarse", concluyó.