El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, celebró este jueves la resolución sobre Birmania aprobada el miércoles en el Consejo de Seguridad de la ONU y recalcó que la Junta militar del país asiático debe detener la violencia y liberar a los presos políticos.
"La UE da la bienvenida a la resolución 2669 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Birmania", escribió el político español en su perfil de Twitter.
Añadió que el mensaje "está claro": "Poner fin a la violencia, garantizar el acceso humanitario, liberar a los presos, incluida Aung San Suu Kyi, y respetar la voluntad de la población", afirmó.
Aseguró que la UE está "preparada para apoyar una acción concreta ahora" destinada a implementar el plan de los cinco puntos de consenso de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
El año pasado, la ASEAN acordó con los militares birmanos un plan de cinco puntos que incluye el cese de la violencia, el inicio de negociaciones y la mediación de un enviado especial del grupo, un plan que hasta ahora no ha logrado demasiados resultados.
CESE INMEDIATO DE LA VIOLENCIA
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este miércoles una resolución que pide un cese inmediato de la violencia en Birmania y que reclama a la Junta militar que controla el país la liberación de todos los presos políticos, incluida la depuesta líder Aung San Suu Kyi.
El texto, que ha sido objeto de negociaciones durante meses, salió adelante con doce votos a favor y tres abstenciones, de China, Rusia y la India.
Aunque el Consejo de Seguridad había adoptado varias declaraciones de menor peso sobre Birmania desde el golpe de Estado que perpetraron los militares en febrero de 2021, esta es la primera resolución que aprueba el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas.
En ella, los quince Estados miembros demandan el "fin inmediato de todas las formas de violencia en el país" y piden "contención y desescalada de las tensiones".
Además, reclaman al Ejército birmano que "libere inmediatamente a todos los presos detenidos arbitrariamente, incluidos el presidente Wim Myint y la consejera de Estado Aung San Suu Kyi".
La sublevación militar del 1 de febrero de 2021 mantiene a Birmania sumida en un profundo caos político, económico y social que ha exacerbado los conflictos armados que el país padece desde hace décadas.