Bredewold abrillanta su estrella en Basauri

La vida es puro teatro. El ciclismo representa la vida, sus contradicciones, las victorias y las derrotas. Gloria y miseria comparten colchón. La vida no deja de ser un relato, una aventura con curvas, rectas, descensos, subidas y sonrisas. También lágrimas.

Esas sensaciones se condensan sobre la bici, donde es imprescindible pedalear para no perder el equilibrio y caer. La segunda jornada de la Itzulia Women finalizaba frente al Social Antzokia, en Basauri, donde se exhiben películas, suenan las bandas de música en los conciertos y la vida se expone en obras de teatro.

Ninguna como la obra maestra de Mischa Bredewold, la mejor actriz de la Itzulia Women. Bravo por ella. Protagonista absoluta, vencedora en Basauri. La neerlandesa, de festejo en festejo, se ganó una ovación clamorosa. Desvencijada en Urruztigaina, el puerto donde tuvo que arrodillarse, se reconstruyó a tiempo para volver a lucir la sonrisa en la localidad vizcaina, volcada con la carrera.

Bredewold batió en el esprint a Mavi García y Labous, que surgieron de un ataque de la francesa en el tramo decisivo. La francesa es segunda y la balear tercera en la general, comprimida, en apenas una veintena de segundos.

Demi Vollering, compañera de Bredewold, y el resto de favoritas llegaron a un palmo de la alegría de la campeona de Europa, otra vez estelar en la Itzulia Women que se resuelve este domingo en Donostia.

El sol, pletórico, el bochorno presente, continuó pegado a la Itzulia Women en el segundo acto, que nacía y concluía en Basauri después de tachar del recorrido la subida a Zaratamo. Con todo, el nervio y las pulsiones pintaban el día más corto de la carrera vasca.

Cavallar repitió la pose y recorrió un puñado de kilómetros a su aire, mientras el pelotón se desperezaba y se quitaba el óxido de los despertares en los paisajes verdes de un recorrido con olas, ondulante el asfalto, picajoso.

Urruztigaina agrieta a Bredewold

Urruztigaina, un muro de 1,5 kilómetros por encima del 12,7% de desnivel convocó la reunión de las mejores. Bredewold, vencedora en el esprint de Elgoibar, se desgajó en una subida dura, de mirada hosca y mentón desafiante.

Estrecha la carretera, ancho el padecimiento para la neerlandesa. Fisher-Black, una de las escaladoras del SD Worx, encendió la hoguera en una ascensión que quemaba los pulmones.

Selección natural en una senda desplomada, costosa, entre pinos. A Bredewold le sometió la montaña, descarnada. La aristocracia reunida en una subida a cámara lenta. Vollering elevó la temperatura en la sombra. Coronó Urruztigaina con algo de ventaja antes de un descenso revirado, la ruta estrecha. Un hilo de asfalto repleto de curvas.

Con Vollering conectaron Elise Chabbey y Marlen Reusser, compañera de la neerlandesa. Labous, Rooijakkers, Bauernfeind, Muzic y Mavi García se cosieron para perseguir.

No tardaron en soldarse. La Itzulia Women viajaba en ese grupo repleto de calidad, pero no acabaron de entenderse. Bredewold y Baril alcanzaron la cabeza por el tajo del pelotón.

Ataque de Labous

Vuelta a empezar en medio de la metralla de los ataques. Espíritu de las clásicas. De ahí salió la victoria. Labous quiso hacer palanca. Mavi García y la líder le tocaron el hombro. Se entendieron de maravilla. Otra persecución en curso. Un pulso extraordinario de emoción.

En Basauri, en una resolución en cuesta, el trío, aunque apurado, bailó por la victoria. Ane Santestaban, la líder del Laboral Kutxa, logró la décima plaza. Al escenario principal se subió la neerlandesa para declamar su triunfo y gritar a los cuatro vientos su extraordinario logro. Su monólogo en la Itzulia Women. Bredewold abrillanta su estrella en Basauri.