Nadie diría, viéndole interpretar al magnate Logan Roy, que el actor escocés Brian Cox se ve a sí mismo como un comediante. “Siempre me he visto así, mis héroes de niño eran Jerry Lewis, Dean Martin o Spencer Tracy pero he acabado haciendo esto otro”. Ese “otro” al que se refiere es el personaje del implacable patriarca de Succession.
A Cox se le ha podido ver en interpretaciones como la del tío de William Wallace en Braveheart o el rey Agamenón en Troya. Debutó en el cine rodando Nicolás y Alejandra en España y dice recordar “que era la época de Franco y había tensión en el ambiente. Volví a Madrid muchos años después, en 1987, para hacer Tito Andrónico en un festival de teatro y fue un gran éxito”.
Formado en el teatro clásico, señala, sobre la influencia de su experiencia en compañías como la Royal Shakespeare Company a la hora de interpretar a personajes como Logan Roy, que “cuando tienes experiencia en los clásicos sabes reconocer las grandes obras y creo que Jesse Armstrong y su equipo lo han conseguido con la serie”.
EL ÉXITO
El actor recuerda como, siendo joven, la gente le decía que el éxito le iba a llegar “cuando fuera más mayor y maduro, pero no imaginaba tener que esperar hasta los setenta y pico”.
Y es que el papel de un magnate realmente duro de pelar frente a tres hijos a cual más ambicioso, le ha sacado del anonimato, según él mismo señala. Y haciendo referencia al poder su personaje, bromea afirmando que “antes no pensaba que fuera bueno pero ahora sí, la gente se siente intimidada y está bien porque mantienen una distancia respetuosa”.
Aunque también dice no ver a Logan Roy como le vemos todos los demás. “No estoy de acuerdo con lo que la gente piensa de Logan. Es un incomprendido, un tipo solitario y marginado que solo quiere encontrar a un sucesor entre sus hijos, pero cada uno de ellos falla miserablemente”.
Otra interpretación es la que hace del éxito de Succession. “Está en la tradición de series como Dallas, Dinastía o Los Soprano, y al mismo tiempo habla de nuestra época, sobre gente como Elon Musk, Richard Branson, Rupert Murdoch o el horrible Donald Trump. Es una sátira social y también tiene algo de lucha de gladiadores. Al ser humano le encanta ver a la gente sufrir”.
“Los ricos se han marginado a sí mismos, ya no están en contacto con el mundo”. afirma Cox, quien además no se anda con chiquitas a la hora de criticar al expresidente de EEUU. “Mira a Trump, el mundo de fantasía en el que vive. Es un puto idiota, está loco, deberían meterle en un manicomio, recibir cuidados y tratamiento de electroshock para recuperar su cerebro”.