La Unión Europea inicia esta semana el curso político con un consejo extraordinario de ministros de Energía el próximo viernes en el que los Veintisiete y las instituciones comunitarias intentarán encontrar fórmulas urgentes para abaratar el gas y la electricidad.
Entre esas fórmulas, según un documento comunitario, se baraja la posibilidad de actuar sobre el mercado gasístico TTF de Países Bajos, que sirve de referencia en Europa, explorando “si una propuesta del artículo 122 puede contemplar una “intervención en el mercado en caso de emergencia”.
Ese artículo del Tratado de Funcionamiento de la UE prevé que se puedan adoptar “medidas adecuadas a la situación económica, en particular si surgieran dificultades graves en el suministro de determinados productos, especialmente en el ámbito de la energía”. Ya se utilizó en el contexto de la pandemia para sostener el empleo con fondos SURE.
El TTF influye sobre otros mercados europeos y en los últimos tiempos se ha disparado, especialmente desde que Rusia redujo al 20% el gas que envía a Alemania por el gasoducto Nord Strem 1, lo que elevó los precios por encima de los 200 euros el megavatio/hora frente a la media histórica de 15-20 euros en la última década.
Precio máximo
El texto contempla separar en dos índices el gas natural licuado que llega por gasoducto y el que se importa por gasoducto, así como aplicar un precio máximo a este último.
Otra “alternativa a los topes de precios” pasaría por que, en caso de emergencia, se pudiera usar como referencia el mercado asiático JKM, con una prima de precio, en lugar del TTF de Países Bajos.
Esa reflexión, técnica y no cerrada, como las variadas iniciativas que circulan últimamente por Bruselas, también plantea que se debería “someter el TTF a la supervisión financiera, para evitar posibles movimientos especulativos”.
Macron rechaza el MidCat
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó ayer su rechazo al proyecto de gasoducto MidCat y subrayó que considera que los dos gasoductos actuales (el de Irun y el de Larrau-Calahorra) son suficientes a futuro.
Así lo aseguró el mandatario francés, quién expresó que “no estamos en proceso de saturar las conexiones existentes y no hay necesidad de que España exporte sus capacidades de gas a Francia, ya que está importando en este momento en el que hablo”.
El presidente indicó que los dos gasoductos actuales se están usando al 53% de su capacidad, por lo que no ve necesario afrontar un tercer proyecto de interconexión.
El sábado, el ministro de Finanzas del Ejecutivo francés, Bruno Le Maire, cuestionó la utilizad del gasoducto, pese a que esa misma semana había indicado que examinaría el proyecto tras la petición procedente de los gobiernos de España y Alemania.
El proyecto MidCat lleva años paralizado. Faltan por construir 226 kilómetros de tuberías desde la localidad catalana de Hostalric hasta la francesa Barbaira y España pide que la UE sufrague los gastos.