La Comisión Europea no ha detectado “retrasos importantes” en la distribución de los Fondos Next en el Estado, pero “intervendrá” si la situación cambia y percibe un bloqueo de los recursos. El portavoz de Bruselas en España, Maciej Berestecki, explicó ayer martes en Bilbao el impacto de las políticas de la UE en Euskadi. A pesar de que las empresas y las administraciones vascas cuestionan desde hace meses el ritmo en el reparto de los fondos, Berestecki destacó que el Gobierno español fue el “primero” en enviar el programa de subvenciones y que es “uno de los más avanzados” en su desarrollo. Con todo, reconoció que hay “pequeños problemas en la distribución y el acceso” de las pymes a los recursos. Dificultades asociadas en principio a la “gran cantidad” de dinero que hay que repartir.
El Estado tiene asignados 77.234 millones de euros en subvenciones, un 9,5% del total del presupuesto de los NextGeneration para el periodo 2021-2027. De momento, ha recibido un total de 31.000 millones. La Comisión supervisa su reparto y actuará en el caso de que el cuello de botella se estreche hasta convertirse en un embudo. Con todo, Bruselas tiene las manos atadas debido al diseño del programa. Los estados dieron luz verde a un esquema en el que la Comisión se limita a vigilar el grado de cumplimiento de las reformas asumidas para recibir los fondos y distribuirlos si se materializan. De modo que “está en contacto” con los gobiernos, pero “oficialmente” no puede exigir que el dinero fluya a mayor velocidad. Se limitará así “a hablar y aconsejar” al Gobierno del país en el que se detecte la anomalía.
Otra cosa es la presión que pueda suponer la amonestación verbal para los estados a la hora de pedir nuevos tramos de los fondos. Lo cierto es que la intervención de los países en el programa condiciona su desarrollo también en el capítulo de la distribución a las comunidades. “Es lo que han diseñado”, indicó el portavoz de Bruselas. Los estados miembros “monitorizan” el reparto, “sería muy complicado” dar mayor protagonismo a Euskadi o a un lander alemán. Berestecki aclaró en cualquier caso que la Comisión “es consciente” de que los fondos pueden estar fluyendo más lento hasta el ámbito local y “sigue” de cerca el proceso para lograr una “distribución más eficiente”.
Respecto a las oportunidades, Bruselas estima que los Fondos Next permitirán al tejido productivo vasco afrontar el “reto de la descarbonización”, el “enfoque más grande” que tiene la CAV para seguir siendo competitiva. Asimismo, el representante de la Comisión recordó que España solicitó en noviembre el desembolso de un nuevo tramo de las ayudas, en concreto 6.000 millones. Su desembolso está pendiente del grado de cumplimiento de 29 reformas comprometidas por el Gobierno de Pedro Sánchez, entre ellas, la actualización de la normativa de las pensiones.
Energía
Y más allá de las ayudas europeas, Berestecki repasó cuestiones como la respuesta de Europa a la subida de precios de la energía. La Comisión presentará en el primer trimestre de este año su propuesta de reforma del mercado eléctrico y cambiar el mecanismo marginalista, que fija el precio medio en función de la última fuente de energía que suministra al sistema. El Gobierno español plantea que se fijen precios diferentes por cada tipo de energía que se consume, pero el portavoz de Bruselas dejó entrever, sin descartarla del todo, que es una opción con escaso recorrido. Primero porque enterrar el mercado marginalista supone a su vez poner fin a los fondos que reciben las empresas por inyectar energía renovable. Y segundo a causa de los “grandes intereses” de Estados y empresas en la materia.
Además, Bruselas presentará a finales de marzo su propuesta, que buscará un equilibrio entre las propuestas, pero se abrirá un periodo de dos meses de negociación entre estados que suavizará con toda seguridad el texto inicial.