La Comisión Europea presentó este jueves una propuesta para mejorar la seguridad de los donantes y receptores de transfusiones de sangre, tejidos humanos o células y la de quienes se someten a trasplantes.
Bruselas también quiere incentivar la cooperación entre los países de la Unión Europea en el desarrollo de estos tratamientos.
Avances científicos, leche materna y trasplante de órganos
El Ejecutivo comunitario propuso hoy una revisión de las directivas sobre trasplantes y transfusiones aprobadas en 2002 y 2004 para adaptarlas a los avances científicos surgidos desde entonces, incorporar tratamientos que no se incluyeron en su día y aumentar los requisitos sobre la seguridad de los pacientes.
Las nuevas normas, que ahora tendrán que negociar el Parlamento Europeo y los países de la UE, se aplicarán a todas los trasplantes y transfusiones de sustancias de origen humano, como puede ser, por ejemplo, la leche materna, que antes no estaba contemplada.
Sólo quedarán fuera de las directivas los trasplantes de órganos sólidos.
Ampliación de las revisiones médicas
El Ejecutivo comunitario quiere extender los plazos de las revisiones médicas que hay que seguir tras un tratamiento no solo para los donantes y los receptores, sino para quienes nazcan mediante técnicas de reproducción asistida.
Además, todas las entidades cuya actividad afecte a la seguridad de los pacientes que se someten a estas terapias tendrán que registrarse ante las autoridades nacionales de su país en cuestión e informarles anualmente sobre la cantidad de donaciones que reciben y preparar planes de emergencia.
Junta de Coordinación
Para garantizar que las normas sigan adaptándose a los futuros avances científicos, la Comisión propone que sean organismos científicos quienes las desarrollen y pide que se basen en los estándares que establezcan el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y la Dirección Europea para la Calidad de los Medicamentos y la Atención Sanitaria, perteneciente al Consejo de Europa.
Para este propósito, se creará también una Junta de Coordinación que armonice la actividad entre los países de la UE.
"Cada año, millones de ciudadanos de la UE necesitan una transfusión de sangre durante una cirugía o después de un accidente, trasplantes de médula ósea para tratar la leucemia o ciclos de fecundación in vitro para ser padres", dijo la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides.
Datos en la UE
Según la Comisión, cada año se hacen en la UE 25 millones de transfusiones de sangre por cirugías, se realizan más de 36.000 trasplantes de células madre, 14.500 de córnea, 165.000 bebés nacen gracias a la reproducción asistida o se llevan a cabo 2.000 trasplantes de piel.
"Las normas más estrictas que proponemos hoy garantizarán que nuestros ciudadanos puedan contar con los más altos estándares de calidad y seguridad de estos productos vitales, ya sea para el tratamiento del cáncer o cirugía de emergencia", continuó la comisaria.
Y afirmó que tras la pandemia "hoy estamos agregando otra pieza importante a nuestra Unión Europea de la Salud".