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Política

Bruselas se suma a la presión y pide cuentas a Francia por retrasar la conexión del TAV

La Comisión Europea mantendrá “contactos” con el Gobierno de Macron para conocer en detalle los motivos por los que se pospone la obra
Obras del TAV a la altura de Irun, cerca de la frontera con Francia.
Obras del TAV a la altura de Irun, cerca de la frontera con Francia.

Bruselas ha echado un capote a las comunidades autónomas que se están viendo afectadas por el retraso en las conexiones de alta velocidad con el Estado francés y por el sorpresivo informe galo que demora ya la infraestructura hasta 2042 como muy pronto. La Comisión Europea anunció ayer que mantendrá contactos “en las próximas semanas” con el Gobierno francés para pedir explicaciones por el retraso que está experimentando la conexión con el Estado español a través del Corredor Atlántico, en la medida en que este corredor forma parte de la red transeuropea y debería estar finiquitado en 2030. Es decir, es una prioridad para Europa. Un informe del Elíseo, por el contrario, lo sitúa ya como muy pronto en 2042.

“Es un asunto que seguimos con mucha atención. De hecho, hemos previsto contactos a nivel técnico con las autoridades francesas en las próximas semanas para aclarar algunos asuntos”, dijo el portavoz de Transportes de la Comisión Europea, Adalbert Jahnz, según informó Europa Press, cuando se le preguntó por los planes de Macron de retrasar hasta 2042 la línea Madrid-Gasteiz-Dax-París. El Corredor Atlántico conectará cuatro estados (español, portugués, francés y alemán) y es una red prioritaria que debería estar operativa para 2030, según los objetivos de la propia Bruselas. El portavoz comunitario no quiso entrar demasiado en los plazos pero, cuando se le preguntó si confía en que el proyecto esté listo para entonces, dijo que “los objetivos de la Comisión no han cambiado en absoluto”.

Preocupación

Esta polémica estalló hace unas semanas, poco después de la cumbre entre los estados español y francés celebrada en enero en Barcelona y donde Pedro Sánchez y Emmanuel Macron escenificaron una especie de hermandad que entra en contradicción con los informes del Elíseo. Estos retrasos afectan especialmente a los territorios vascos, repartidos a ambos lados de la muga, pero no afecta en exclusiva a Euskadi. Otras comunidades concernidas por el Eje Atlántico están preocupadas por este riesgo de quedar relegadas de las conexiones.

De ahí que Urkullu haya decidido mover ficha. Se espera que, de la reunión del lunes, salga una posición conjunta con los presidentes autonómicos.

Las claves

El origen de la disputa. Un informe del Elíseo, fechado en diciembre y publicado hace unos días, retrasa como mínimo hasta 2042 la conexión en frontera del Eje Atlántico de alta velocidad, la línea Madrid-Gasteiz-Dax-París. Esto supondría retrasar doce años lo apalabrado en la cumbre de Barcelona entre Sánchez y Macron, donde el ministro Clément Beaune se había comprometido a terminar las obras del Corredor Atlántico y del Mediterráneo en 2030 y así lo anunció la Moncloa en su propia web oficial.

Prioridad para la Unión Europea. Esta es una red prioritaria para la Comisión Europea, que mantiene en pie el plazo de 2030.

Cumbre de Urkullu. El lehendakari se reunirá el lunes en el Palacio de Ajuria Enea con los presidentes de Galicia, Asturias y Cantabria, preocupados también por la posibilidad de quedar relegados en las conexiones ferroviarias.

2023-03-12T07:18:04+01:00
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