Siete jugadores del Club Deportivo Samper de Coslada resultaron heridos, cuatro de ellos hospitalizados, tras ser atacados por futbolistas y aficionados encapuchados del CFD San Francisco A en el campo Distrito II El Gal, en Alcalá de Henares.
Los hechos tuvieron lugar el domingo. El partido de la Primera División de Aficionados, que transcurría con un 1-0 a favor del equipo local, se volvió violento.
Según ha relatado el Samper en un comunicado, uno de sus jugadores recibió un puñetazo en el pecho que pasó desapercibido para el árbitro. Poco después, otra agresión derivó en la expulsión de un jugador del San Francisco. La situación se descontroló con una segunda expulsión, que aumentó el clima de tensión en el estadio.
En el minuto 23, un jugador del equipo local empujó al árbitro, quien se retiró a su vestuario. Entonces, según el comunicado del Samper, varios jugadores del equipo local persiguieron a los futbolistas de Coslada con la intención de agredirlos, mientras decenas de personas de la grada, muchas encapuchadas, invadieron el terreno de juego.
El club cosladeño ha denunciado que más de 50 personas participaron en los ataques. Uno de los jugadores del Samper fue golpeado en el suelo por un grupo de más de 20 personas, entre futbolistas y aficionados, quienes le propinaron patadas en la cabeza, espalda y rostro. Según el comunicado, también se avistaron navajas durante el altercado.
Los jugadores del Samper lograron refugiarse en el vestuario mientras las agresiones continuaban. La Policía Nacional llegó al recinto deportivo 10 minutos después de que se reportaran los hechos, momento en el cual algunos de los agresores huyeron.
El Samper ha señalado que no es la primera vez que el CFD San Francisco protagoniza altercados en su campo. "Ya en la jornada anterior tuvieron tres expulsados", destacó el comunicado del club. Asimismo, subrayaron la necesidad de medidas contundentes para evitar que estos hechos se repitan.
COMUNICADO DEL CFD SAN FRANCISCO
Por su parte, el Club de Fútbol Futuro San Francisco ha emitido un comunicado condenando los incidentes violentos ocurridos y ha pedido disculpas a los jugadores agredidos, al árbitro, al colegio de árbitros y a la Federación de Fútbol de Madrid por lo sucedido.
En el comunicado, el Futuro San Francisco informa que ha tomado medidas disciplinarias inmediatas contra dos de sus jugadores implicados en los altercados, quienes han sido dados de baja del club sin esperar a la resolución de la Federación de Fútbol de Madrid. Además, el club ha lamentado la actuación de algunas personas del público que participaron en los incidentes.
El club también ha desmentido las acusaciones de que un miembro de su cuerpo técnico participara en las agresiones, afirmando que este se encontraba acompañando al árbitro al vestuario en el momento en que se originaron las peleas. Según el comunicado, intentaron controlar la situación, reiterando su rechazo a este tipo de conductas.
Finalmente, el equipo complutense ha puesto a disposición de la Federación y del CD Samper toda la información necesaria para esclarecer los hechos, deseando además una pronta recuperación a los jugadores heridos. El club concluyó subrayando su compromiso con el disfrute del fútbol como una pasión que debe unir y no dividir.
A LA ESPERA DE LAS MEDIDAS DE LAS FEDERACIÓN DE FÚTBOL DE MADRID
El club de Coslada exige una respuesta más firme por parte de la Real Federación de Fútbol de Madrid, a la que solicita "medidas drásticas". "Es imprescindible garantizar la seguridad en los campos de fútbol y evitar que algo así vuelva a ocurrir o incluso sea más grave", han afirmado.
Los futbolistas hospitalizados presentan lesiones que incluyen contusiones, hematomas y problemas en la espalda. Uno de ellos, según el club, tuvo que recibir atención médica tras ser golpeado repetidamente mientras estaba en el suelo.
Por su parte, la Policía Nacional ha iniciado una investigación para identificar a los agresores, recabando testimonios y analizando las pruebas recopiladas en el lugar.
Por su parte, el CD Samper ha hecho un llamamiento a la calma y pidieron que este episodio sirva como punto de inflexión para reflexionar sobre la violencia en el deporte. "El fútbol debe ser una fiesta, no un escenario de agresiones", han concluido.