Buena cara en la despedida

Los aficionados del Deportivo Alavés pudieron ayer por fin ver un partido de su equipo sin la presión y los nervios de estar jugándose la vida, algo que seguro que agradecieron sus respectivos sistemas cardiovasculares. Una derrota en el minuto 92 del último partido de liga podía haber tenido consecuencias devastadoras para el conjunto babazorro en una situación diferente, pero, afortunadamente, el cuadro gasteiztarra llegó con los deberes hechos y se permitió dar minutos a los jugadores menos habituales.

Calleja, que desde su llegada ha contado, en mayor o menor medida, con todos los componentes de la plantilla, premió ayer a algunos de los suplentes con la oportunidad de mostrarse y disfrutar de minutos en el cierre de la campaña. El técnico madrileño, sin cambiar su dibujo de los últimos partidos ni su idea de juego, alineó como titulares a Sivera, a Tachi, a Manu García, a Pellistri y a Guidetti. Seguramente el que más agradeció la oportunidad fue el guardameta, que no había jugado ningún partido liguero en toda la temporada hasta el día de ayer y que desde su llegada a Vitoria ha vivido bajo la alargada sombra de Pacheco.

Cabe recordar, además, que en su última aparición en Copa del Rey encajó cinco goles contra un equipo de Segunda División como el Almería. En su primera aparición, el valenciano dio muestras de cierto nerviosismo, ya que se quedó a media salida ante una internada de En-Nesyri dentro del área, acción que estuvo a punto de costarle el 1-0 al cuadro visitante. Sin embargo, a partir de ese momento fue ganando en confianza y estuvo acertado en sus intervenciones. Desafortunadamente, un pinchazo en sus gemelos propio de la falta de ritmo le obligó a abandonar el terreno de juego a la hora de partido.