Buenas noticias para los heridos de la "emboscada" de los ultras de la Lazio

Su estado era uno de los dos que más preocupaban entre los distintos heridos, junto al del otro joven que entró con un cuadro aún más grave y recibió el alta a finales de la semana pasada. De los nueve heridos en la lluvia de todo tipo de objetos punzantes y pirotécnicos, seis precisaron atención hospitalaria y otros tres, apuñalados, un ingreso que para uno se redujo a unas pocas horas.

Diez identificados, cinco con cargos, un detenido

Los hechos sucedieron al filo de las 22:00 horas de la víspera del partido de la Real en Roma, cuando cerca de 80 ultras de la Lazio atacaron por sorpresa según la versión de la Policía italiana a entre tres y cuatro decenas de realistas, ultras en su gran mayoría, que se encontraban en la terraza de un bar irlandés de la calle Leonina, el Finnegan.

La Policía italiana identificó a 10 de los asaltantes en las primeras horas de la investigación, a los que ha acusado a cinco de intento de homicidio y lesiones graves. Cuatro se encuentran en libertad con cargos y uno de ellos fue detenido al haber sido identificado con un objeto punzante en la mano.

"Armados como carniceros"

El relato publicado horas después por el diario La Reppublica, con base en informaciones policiales y testimonio de los vecinos del céntrico barrio Monti (a diez minutos a pie del Coliseo y de la Prefectura de Roma), fue claro: "La emboscada celeste fue planeada. Llegaron en masa frente a Finnegan y atacaron a sus rivales. La primera fila inmediatamente sacó cuchillos y apuñaló a los vascos sin piedad".

El resto de los que estaban en la terraza del Finnegan respondió al lanzamiento de los objetos, también pirotécnicos, con las sillas y las mesas del bar, antes de echar a la carrera. "'Laziali, ¡por aquí!', ordenó el jefe. Y el grupo se dividió", informó sobre la premeditación del ataque el diario romano: parte de los agresores volvió hacia la Via Cavour y otra parte, hacia la plaza Suburra.

Al primer apuñalado que cayó herido, el dueño del establecimiento logró meterlo al interior antes de cerrar la persiana metálica de la puerta, como explicó a NOTICIAS DE GIPUZKOA. En el exterior se desató "la guerra", como calificó el dueño del bar, testimonio que la Polizia di Stato concretó en lanzamiento de varas metálicas reforzadas con cuchillos, palos de madera, objetos contundentes de hierro y pirotecnia casera "con un alto potencial ofensivo".

Con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, uno de los detenidos es hijo de un histórico ultra de la Lazio, en prisión por formar parte de una red de narcotráfico que la Policía Financiera transalpina calificó como "una de las asociaciones más poderosas, ricas y sin escrúpulos que operan en el territorio capitolino".

Al margen de la evolución del proceso judicial y policial, que mantiene la investigación abierta, estos cinco acusados además se les ha aplicado una sanción administrativa por la que no podrán acudir a espectáculos deportivos durante un total de 27 años. El mayor de los castigos impuesto es de 9 años.