Florencia Pérez y Montso Bengoetxea, miembros de la jubiloteca municipal de Burlada, dieron el pistoletazo de salida ayer a las ansiadas fiestas de la localidad.
Tras dos años sin jarana, a las 12.00 horas estalló el cohete y comenzó el desfile de los gigantes a ritmo de los txistularis, la banda de música y los gaiteros. “Aunque estaba un poco nerviosa, me he sentido arropada en todo momento. Ha sido muy bonito ver la plaza llena”, afirmó Florencia a sus 81 años. No fue el caso de Montso, que reconoció haber estado tranquilo. “Cuando no esperas algo te hace más ilusión ser partícipe de ello”, añadió. Independientemente de las sensaciones, los dos protagonistas quisieron dedicar este acto a la familia y ensalzar la labor que hacen los miembros de la jubiloteca.
Con la primera nota de la comparsa, los txikis no dudaron en mover el esqueleto, los gigantes en mostrar sus dotes de baile y las personas más valientes en pegarse un baño de espuma. De nuevo, la ilusión había invadido la Plaza del Ayuntamiento. Florencio y Montso habían realizado su cometido, que era transmitir esas ganas de disfrutar después de dos años de pandemia.
“Antes del chupinazo hemos tomado un vermut, ahora comeremos un bocadillo mientras vemos la fiesta de espuma y hacemos tiempo para luego desengrasar las caderas con la txaranga”, explicó la burlatarra Carla Arnaiz. Elena Fernández, de 48 años, que agarraba del brazo a sus padres, admitió que les había sacado a dar una vuelta para que vieran el ambiente. “Ha sido emocionante volver a celebrar el chupinazo. ¡Qué bonito ver la plaza otra vez llena!”, afirmó. Una cuadrilla de entre 8 y 10 años tampoco quiso perderse el momento. “Estaba ansiosa de que llegara el inicio de las fiestas. Se me ha puesto la piel de gallina cuando ha explotado el cohete”, reconoció Saioa García.
La Plaza del Ayuntamiento también albergó a los vecinos que no habían acudido nunca a la cita. “Ha sido muy especial vivir este momento. Siempre me iba de vacaciones en estas fechas y este año, por fin, las podré gozar ”, confesó Marina. Imanol Medina tampoco había vivido nunca el chupinazo y calificó el inicio de las fiestas como “conmovedor”.
Los feriantes tampoco fallaron a la cita. Con aires renovados, el parking de las piscinas se llenó de adrenalina y música reguetonera. Aunque la mañana transcurrió sin mucha demanda, los feriantes de Olla Meneito, Saltamontes, Autochoques y Circuito de San Carlos se mostraron optimistas, con ganas de trabajar y darle la vuelta a dos años de incertidumbre.
De esta forma, comenzaron las fiestas de Burlada que acogerán más de 100 actos entre ellos conciertos, verbenas, actividades infantiles y familiares, encierros, vaquillas, procesión o calderetes.
Recogida de premios
Una hora antes de que Burlada estallara de alegría, los premiados del concurso de los carteles anunciadores de las fiestas de Burlada se congregaron en la tercera planta del Ayuntamiento. Este año el certamen se dividió en tres categorías: adulto, infantil y fotografía.
Ana Góngora, la alcaldesa del pueblo, fue la encargada de obsequiar a los ganadores con un cheque y un pañuelo rojo. Iosu Abinzano y Raúl Lopez se hicieron con la modalidad de fotografía, Azahara Martínez y Ana Lucio se coronaron en la categoría infantil, y Oskar Montero y Martín Lucio arrasaron en la de adultos.
Oskar, fotógrafo del DIARIO DE NOTICIAS, tiró de su profesión para crear el cartel ganador. Tras inmortalizar a cuatro txistularis empleó una técnica de diseño llamada Low Poly. “He ido seleccionando y haciendo figuras geométricas, en este caso triángulos, y las he coloreado manualmente cada una de ellas. El cartel tiene más de 5.000 figuras geométricas”, comentó el autor, que invirtió más de 24 horas en la obra, y está encantado de anunciar de nuevo las fiestas de su pueblo