Las islas Baleares son uno de los destinos favoritos no sólo para los españoles, sino para los europeos, con alemanes, británicos e italianos a la cabeza. Tanto se ha desarrollado el turismo que el precio de los alojamientos lleva muchos años por las nubes. Lo saben bien quienes quieren comprar o alquilar una casa por ejemplo en Ibiza, aunque en Mallorca también se ha inflado la burbuja inmobiliaria. También para quien quiere pasar allá sólo unos días.
3 noches en Palma en octubre
Lo ha comprobado David Aguilera (@DavidAg77461421), un usuario vizcaíno de la red social X (antes conocida como Twitter), en la que ha compartido los resultados de la búsqueda de alojamiento en Palma para el mes de octubre. Tras entrar en la web especializada Booking y señalar las fechas deseadas (del 13 al 16 de octubre), los resultados que aparecen, ordenados de precio más barato a más caro, son muy significativos.
En la foto que ha subido se ve cómo de los tres alojamientos más económicos que puede encontrar (todos por más de 200 euros por tres noches), en unas fechas en las que la temporada alta ya queda lejos y desciende notablemente la ocupación en la capital de la isla, uno es una cama en una habitación compartida con baño compartido en un albergue juvenil, no apto para cualquier persona que quiera un poco de intimidad.
Coches como apartamentos
Pero es que las otras dos son sendos vehículos. La opción más barata que aparece es alojarse en un coche. “207 euros por dormir en un Dacia y 221 euros en una Ford Transit equipada. ¿A qué estamos llegando?”, se pregunta Aguilera. Esos 207 euros dan derecho a pasar las tres noches en un Dacia Dokker. Eso sí, camperizado, con asientos convertibles en cama, minicocina con nevera, fregadero y ducha. Pero no tiene aseo, lo que obliga a buscarse la vida varias veces al día.
Una pequeña furgoneta pensada para dos personas cuya ventaja es poder aprovechar para recorrer la isla en ella si no llevas muchos enseres, pero que dista mucho de lo que uno espera encontrar cuando busca alojamiento en una web como Booking, evidenciando los problemas de masificación de turismo que tiene Mallorca y que llevan a convertir en alojamientos terrazas, casetas, caravanas, coches o incluso tiendas de campaña para quien no tiene un presupuesto muy elevado.
El tuit lo ha compartido la cuenta elzulista (@elzulista), especialista en mostrar con buenas dosis de humor las miserias del mercado inmobiliario. “Zulismo vacacional” lo ha titulado.