“Buscamos asentar nuestro modelo de Prisiones, no entrar en polémica con la Audiencia Nacional”

Uno de los grandes retos de su Departamento ha sido el de gestionar las políticas de memoria y convivencia una vez consumada la disolución de ETA. ¿Qué queda por hacer en esta cuestión?

Desde el punto de vista de la convivencia, todavía queda mucho por hacer. Por ejemplo, estos días hemos conocido la agresión a un concejal del PNV del Ayuntamiento de Ibarra. Creo que la convivencia es hoy mejor de lo que era hace once años, pero que todavía tenemos mucho que trabajar. Es necesario establecer políticas que mejoren, que reafirmen y que nos lleven a asentar la convivencia. Todavía queda mucho por recorrer y aquellos que ejercieron la violencia todavía tienen que reconocer el daño causado y que no fue justo lo que pasó.

Entre las iniciativas concretas de Gogora destaca el nuevo Museo de la Paz de Gernika. ¿Hay novedades al respecto?

Estamos trabajando en cuanto a lo que es la parcela en la que se ubicará y analizando las cuestiones más urbanísticas. Es un espacio que va a ayudar a redoblar los esfuerzos que en materia de memoria, tanto histórica como la más reciente, hacemos para concienciar, informar y no olvidar lo que pasó. No solamente la violencia de ETA, sino también la violencia ejercida por los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, y la de la dictadura y la Guerra Civil que este país sufrió y que además nos llevó a una época de oscurantismo.

También está pendiente concretar el memorial del 3 de Marzo de Gasteiz.

Lo estamos trabajando, como lo veníamos haciendo, con las asociaciones. Es un proyecto liderado por las instituciones vascas, en el que la parte asociativa también va a tener su papel, pero en el que el peso recae sobre las instituciones. Estamos desde la discreción intercambiando documentos, hay una propuesta que se ha trasladado y espero que seamos todos generosos para poder llevar adelante el proyecto.

Yendo a las exhumaciones, este mismo fin de semana viaja a Badajoz en el marco de la búsqueda de allegados de los restos desenterrados en Orduña.

Es un colofón a mi tarea desde el punto de vista de la memoria histórica. Ayudar a familias a recuperar los restos de seres queridos a los que se les perdió la pista hace más de 85 años es una satisfacción como política, como responsable de las políticas de memoria en Euskadi y también como ciudadana.

Cambiando de tema, ¿qué valoración hace de la política penitenciaria desarrollada desde la llegada de la transferencia?

Ha sido un año muy intenso de trabajo, en el que además también teníamos las circunstancias del covid. Y eso ha alterado el normal funcionamiento de los centros. Pero yo creo que hemos sentado las bases de un modelo penitenciario vasco que venía ya de un trabajo previo en la legislatura pasada, y que ha sido nuestra hoja de ruta para hacer, dentro de nuestras posibilidades, políticas penitenciarias más individuales, basadas en un objetivo claro de la reinserción del preso.

Respecto a los presos de ETA, estamos ante el fin de la dispersión.

Sí, a lo largo del primer trimestre se producirá ya el traslado de todos los presos que cumplan los criterios que como Gobierno Vasco nos hemos impuesto de cara a mantener un arraigo en Euskadi. Como Gobierno siempre hemos demandado que las personas cumplieran la pena, porque siguen cumpliendo la pena, en los centros próximos a su lugar de origen, donde están sus familias. Después de la desaparición de ETA no tenían y no tienen sentido las políticas de dispersión y las políticas excepcionales.

El foco está ahora en las progresiones y permisos que la Audiencia Nacional está bloqueando casi sistemáticamente. Son ocho ya los terceros grados revocados.

Nosotros creemos que nuestras resoluciones son resoluciones altamente trabajadas y además basadas en criterios técnicos, por lo que insistiremos. Nuestro objetivo es consolidar el modelo vasco, no polemizar con la Audiencia Nacional.