No es un ámbito preocupante pero sí a cuidar. A pesar de que cada usuario de las playas apenas genera 200 gramos de residuos en los cuatro meses de la temporada, su condición de espacios naturales hace que la limpieza sea uno de los aspectos que más mima la Diputación. Este año, como novedad, se van a estrenar unas papeleras que, alimentadas con energía solar, compactarán los residuos que se depositen en ellas.
El nuevo sistema, que se va a poner en marcha a modo de proyecto piloto en los arenales de La Arena, Ereaga, Arrietara-Atxabiribil, Plentzia, Gorliz, Bakio, Laidatxu, San Antonio, Laida, Laga, Isuntza, Karraspio y Arrigorri, tiene dos beneficios fundamentales. Por una parte, permite incrementar en entre 6 y 8 veces la capacidad de un contenedor tradicional, según ha explicado la diputada de Sostenibilidad y Medio Natural, Amaia Antxustegi. Por otra, evita que al quedar abiertos o desbordarse la basura el viento arrastre los residuos y estos terminen en el mar. "Todas las temporadas hacemos una valoración de cómo ha transcurrido el verano. Vamos a ver cómo funcionan", explica la responsable foral.
Como los contenedores habituales, se situarán en los accesos a las playas, liberando de esta forma la zona de arena. Las papeleras, con un depósito para envases y otro para la fracción resto, cuentan con unos sensores en su interior que activan la prensa al llegar la basura a su nivel, con una fuerza de 550 kilos, haciéndolo así cuando lo necesita y no por ciclos. Frente a una papelera normal, que tiene una capacidad de 120 litros, estos depósitos pueden almacenar hasta 600. También incorporan ceniceros, con una capacidad para 2.000 colillas -lo que permite recogerla cada tres semanas y no diariamente-, totalmente aislados de la basura. La prensa para compactar está separada de la entrada de residuos, para garantizar la seguridad de los usuarios, e incorpora también un pedal de apertura para no tener que abrirla a mano.