Cada vasco genera 142 kilos de desperdicios agroalimentarios al año

Euskadi genera un total de 311.558 toneladas de desperdicios cada año a lo largo de toda su cadena agroalimentaria, que incluye al primer sector, el ámbito de la distribución, el sector de los hoteles, restaurantes y cáterings (Horeca), y los hogares.

Según informa el departamento vasco de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente en una nota, esta cifra constituye uno de los datos principales obtenidos por un estudio, pionero en Europa, elaborado por la Fundación Elika para conocer el nivel de "desperdicio alimentario" mediante las aplicación de las directrices con las que la Comisión Europea pretender "homogeneizar" este tipo de mediciones.

Cada vasco genera 142 kilos de desperdicios al año

El viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, Bittor Oroz, ha ofrecido este jueves una rueda de prensa en Donostia, junto a la directora de Elika, Arantza Madariaga, para dar a conocer las conclusiones de este informe, que desvela que cada vasco produce una media anual de 142 kilos de estos desperdicios, cantidad "sensiblemente inferior a la europea" que se estima en 173 kilos.

El documento revela además que del total de 311.588 toneladas de estos residuos producidos anualmente en Euskadi, los hogares son responsables del 44,7 %, seguidos por el sector de la manufactura con un 23 % y por el de la distribución con un 20 %.

Casi el 30% de lo desperdiciado es comida

El estudio también pone de manifiesto que en torno al 28 % de lo desperdiciado corresponde al ámbito de la materia "comestible", con una ratio de 40 kilos por persona y año, mientras que, si se amplia el espectro a todos los "materiales potencialmente aprovechables" cuantificados en las fases de producción y transformación, la cifra de residuos alcanza las 4.332.945 toneladas al año.

El departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y medio Ambiente considera que este dato revela "una importante potencialidad de mejora en la cadena agroalimentaria vasca", algo para lo que será necesario buscar "fórmulas" que permitan "una mejor valorización de estos productos, generando así valor añadido para todos los agentes de la cadena".

Asimismo pone de manifiesto que la "prevención" constituye el "principal mecanismo de reducción en nuestra jerarquía de usos" agroalimentarios, unido a "un diálogo continuo entre todos los agentes, corresponsables en el problema," junto a otras "futuras soluciones que precisarán de la colaboración de todo el sistema alimentario vasco".