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Caída sin freno del número de contribuyentes guipuzcoanos que marcan la casilla de la Iglesia

El territorio registra casi 3.000 asignaciones menos en los tres últimos años y solo indican la 'X' religiosa 28.000 guipuzcoanos de 391.000 tributarios
El colectivo por la Laicidad, en una imagen de archivo tomada frente a la Catedral del Buen Pastor de Donostia, muestra su rechazo a la financiación de la Iglesia católica a través del IRPF.

La religión sigue perdiendo influencia al desplomarse los ritos y la fe, y los contribuyentes guipuzcoanos van dejando de marcar la ‘X’ de la Iglesia católica en la Declaración de la Renta. La evolución de los tres últimos ejercicios fiscales, atendiendo a la elección del destino del 0,7%, revela una caída constante, desde las 31.062 asignaciones del año 2019 a los 28.129 contribuyentes -de un total de 391.224- que marcaron la casilla en 2021, con una aportación de 1,7 millones.

Así se desprende de la respuesta por escrito del diputado foral de Hacienda y Finanzas, Jokin Perona, a preguntas de EH Bildu en las Juntas Generales de Gipuzkoa. Una cuestión que se sigue prestando al debate, y sobre la cual se ha pronunciado recientemente Esquerra Republicana, que ha propuesto que se reduzca del 0,7% a un 0,5% la asignación que la Iglesia católica española recibe del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), a través de la 'X' en la Declaración.

E incluso va más allá, al plantear a largo plazo su total eliminación de tal manera que la Iglesia “se autofinancie". El grupo parlamentario justifica su propuesta señalando que en las Memorias que la Conferencia Episcopal Española publica sobre el destino anual de la Asignación Tributaria, la propia Iglesia Católica da cuenta de "superávits" que viene obteniendo de esta asignación. La formación republicana cifra “la recaudación extra por monto acumulado en 840 millones".

EH Bildu dirige en su escrito al diputado foral de Hacienda varias preguntas para conocer los detalles sobre el dinero que recibe la Iglesia de las declaraciones fiscales de los guipuzcoanos. Una Iglesia católica que atraviesa en Gipuzkoa una intensa crisis de fervor religioso. Las tres ceremonias más tradicionales de las familias -bodas, bautizos y comuniones-, son cada vez menos frecuentes, con caídas, según los datos de la Diócesis de Donostia, del 42%, el 31% y el 24% en los últimos tres años. La mitad de los jóvenes no cree en Dios.

Con esta galopante secularización de fondo, que hace que el Estado se aproxime cada vez más a Francia, las partidas económicas que recibe la comunidad religiosa siguen despertando el interés de formaciones políticas como EH Bildu. El escrito del juntero Joxemari Carrere Zabala plantea si “además de la cantidad que legalmente le corresponde a la Iglesia Católica Romana, se le asignan otras partidas de los presupuestos de Gipuzkoa”.

Hacienda no aporta directamente "ninguna cantidad"

En realidad, según la respuesta del departamento de Perona, la Hacienda Foral de Gipuzkoa no aporta directamente “ninguna cantidad” a la Iglesia por la elección realizada en el IRPF. El origen de la asignación tributaria de un porcentaje de la cuota íntegra del impuesto se remonta a un acuerdo firmado entre el Estado español y la Santa Sede el 3 de enero de 1979.

“Transcurridos tres ejercicios completos desde la firma de este acuerdo, el Estado podrá asignar a la Iglesia Católica un porcentaje del rendimiento de la imposición sobre la renta o el patrimonio neto u otra de carácter personal, por el procedimiento técnicamente más adecuado”. Así lo recoge el artículo 2 de dicho acuerdo, al que alude el titular de la cartera de Hacienda de Gipuzkoa para responder al grupo juntero abertzale, contextualizando el procedimiento.

El único requisito es que cada contribuyente marque en la declaración la casilla, para dejar plasmada su voluntad acerca del destino de ese dinero. Se trata, en todo caso, de un acuerdo internacional que, como tal, es competencia exclusiva del Estado. Una tarea que asume el Gobierno central, pero con un dinero que recauda Euskadi, ya que cuenta con un sistema de financiación propio que regula sus relaciones tributarias con el Estado.

Según explica el Departamento de Hacienda y Finanzas, en aplicación del sistema específico de financiación del País Vasco, “los compromisos de gasto que de ellos se derivan para el Estado tienen el carácter de competencia no asumida”. La contribución de Euskadi se articula a través del Cupo, que es la cantidad que paga cada año la CAV al Estado por los servicios que este presta en su territorio por las competencias no transferidas, en virtud del Concierto económico.

Así, las normas por las que el Estado ha desarrollado el acuerdo con la Santa Sede -subraya la Hacienda guipuzcoana- incluyen de forma expresa el respeto al sistema de Concierto Económico. Dicho de otro modo, la contribución del territorio a la asignación tributaria del 0,7% de la cuota íntegra se realiza “dentro del marco de su sistema específico de financiación”, es decir, vía Cupo.

“Ahora bien, para que el Estado determine la cuantía de sus compromisos, las personas contribuyentes de Gipuzkoa deben manifestar expresamente en la declaración su voluntad acerca del destino de dicha asignación”, insiste Hacienda, para lo cual la Diputación Foral adopta las medidas oportunas a través de los modelos de declaración del IRPF.

De modo que todo lo relativo a las cuantías, métodos, procedimientos y pagos de la asignación del porcentaje de la cuota íntegra del IRPF es competencia del Estado. “Desde la Diputación Foral de Gipuzkoa únicamente -según señalan- se informa al Estado de los importes asignados por las personas contribuyentes de Gipuzkoa”.

03/02/2023