La visita del Alavés al Cádiz el sábado a las 16.15 horas es un choque trascendental, de esos que pueden marcar un antes y un después, para bien o para mal, en la temporada del conjunto babazorro. No es un partido más, y si no que se lo pregunten a Calleja, cuya intervención en la rueda de prensa previa al partido también ha sido diferente. El técnico madrileño se adelantó a las preguntas de los periodistas y decidió comenzar su comparecencia con un mensaje para el alavesismo: "El año pasado cuando llegamos vivimos una situación muy difícil y cuando vine dejé claro que íbamos a conseguir el objetivo. Ahora que la situación también es complicada, quiero mostrar lo que estoy viviendo en el día a día y lo que siento. Tanto el cuerpo técnico como los jugadores estamos convencidos de que cuando la liga termine el 22 de mayo del año que viene el Alavés será equipo de Primera División". El entrenador babazorro tiene argumentos para pensar eso, ya que "no saldría a decir esto si no creyera en el mensaje". En su opinión, "el convencimiento es más fuerte con la unión entre los jugadores, el club y la afición. La evolución está siendo positiva y eso me hace creer que lo conseguiremos".
Eso sí, para lograrlo tendrá primero que hacerlo bien en los dos próximos partidos frente al Cádiz y al Elche. "Hablar es fácil, pero los resultados son los que mandan y nosotros estamos trabajando para conseguir mejorarlos", aseguró Calleja, que no piensa más allá del Nuevo Mirandilla. "Solo contemplo ganar al Cádiz, no voy a pensar en el siguiente partido, después ya veremos si los jugadores están cansados y si hay rotaciones o no", dijo. El madrileño, como ya sucedió contra el Betis, volverá a contar con toda la plantilla a su disposición, aunque espera un partido muy diferente al visto frente a los verdiblancos: "A uno le gusta el balón y al otro no. Al Cádiz se encuentra cómodo sin la posesión, defendiendo bien, atacando rápido y siendo eficaz arriba. Llega en una situación parecida a la nuestra, con más puntos, pero solo una victoria". Según el entrenador albiazul, el Alavés deberá ser "más inteligente" si quiere sacar algo positivo del Nuevo Mirandilla. "Si llegamos a los últimos minutos con el resultado igualado no nos puede pasar como el otro día. Estaremos más cerca de la victoria si mantenemos el orden", argumentó.
El problema del gol
El acierto de cara a portería está siendo la gran lacra del Alavés en este inicio de temporada y es algo que el entrenador espera solventar en los próximos compromisos. "Contra el Betis logramos generar más ocasiones. Es un buen paso, pero también tenemos que ser más eficaces. En cualquier caso, cuando más generemos, más cerca estaremos de marcar y de conseguir la victoria", argumentó. El técnico está trabajando en solucionar los problemas arriba y para ello está teniendo charlas con los atacantes para alimentar su confianza. "He hablado mucho con Joselu para intentar darle seguridad. Es cierto que los delanteros viven del gol, pero él tiene que estar centrado en hacer bien su trabajo y su rol, sin meterse una presión excesiva", explicó.
Una presión que el propio Calleja también evita: "Para mí este reto es una motivación más que otra cosa". Además de trabajar situaciones de tres cuartos de campo hacia delante, el técnico ha insistido a sus jugadores en que "hay que ser agresivos sin el balón, pero también con el balón. Aunque tengamos la posesión hay que estar preparados para posibles pérdidas y las decisiones tienen que ser buenas. También es importante pelear las segundas jugadas, que pueden ser el origen de buenas oportunidades en ataque". Contra el Cádiz, equipo sólido atrás y ordenado donde los haya, Calleja es consciente de que las ocasiones de gol del Alavés serán escasas, por lo que las que tenga deberán acabar en el fondo de las mallas. Y es que el Cádiz también se juega el tipo y, salvo José Mari y Garrido, tendrá todas sus armas disponibles. El Nuevo Mirandilla espera una auténtica batalla.