‘Callejadas’ y ‘mursegadas’ para una música llena de equilibrios

Goya a la mejor música y a la mejor canción original. Son los dos premios que por Irati pueden conseguir Aránzazu Calleja y Maite Arroitajauregi, en el último caso junto al director gasteiztarra Paul Urkijo. “Lo más importante es que haya buena comunicación y confianza mutua, algo que en este caso hemos sentido desde el principio”, describe la compositora bilbaína.

“Puede ser muy difícil trabajar a cuatro manos, pero en Irati hemos sido prácticas. ¿Qué es lo que mejor se le da a cada una o dónde está más a gusto? Y a partir de ahí, fuimos haciendo”, apunta Mursego, que tiene claro que “el apoyo psicológico es muy importante en estos procesos y más en una película tan enorme con 50 y pico bloques de música. Ese apoyo que nos hemos dado la una a la otra casi a diario ha sido muy importante”.

Lo cierto es que el proyecto ha tenido su enjundia, aunque las críticas recibidas desde el estreno de la película en el Festival de Sitges hablan a las claras de que se ha cumplido el objetivo. “Hay callejadas y mursegadas. Está nuestro carácter ahí. Hay rigurosidad y fantasía, hay equilibrio”, defiende la creadora de Eibar.

“La idea fundamental que nos transmitió Paul para comenzar los primeros bocetos de la música fue la de la contraposición entre los dos mundos de los que habla la película, que son el pagano y el cristiano, el de los seres fantásticos versus a los humanos y la manera en la que esos humanos se van apropiando del mundo natural”, recuerda Calleja. Así, Arroitajauregi y ella tomaron como referencia los dos personajes principales, Irati y Eneko, que son quienes encarnan esos dos planos diferentes pero coincidentes. A ella, por ejemplo, se le asocian “instrumentos más cálidos, más de madera, txirulas, formatos más autóctonos”, mientras que a él se le vinculan “instrumentos como más de viento metal, que le otorgan un algo un poco más épico”. Todo ello sin perder de vista que “hay una parte más experimental y atmosférica” que se atribuye “a todo lo que tiene que ver con el interior de la tierra” y sus seres.

También relevante es el trabajo con la canción, cuya letra parte de Urkijo. “Según fue apareciendo la melodía, la letra se fue adaptando. Él quería que estuviera basada en alguna melodía popular antigua”, recuerda Calleja. El resultado es, según Arroitajauregi, “una canción tradicional dada la vuelta en la que nos hemos tomado las licencias necesarias” y que cobra una especial importancia en el filme, un tema interpretado por la mezzo Paula Iragorri Bascaran y por la propia protagonista del largometraje, la actriz alavesa Edurne Azkarate. “Canta muy bien, la verdad”.