Los mercados bursátiles parecen haber recuperado la calma tras el desplome del lunes, aunque persisten las dudas sobre la salud de la economía estadounidense y los efectos de la subida de los tipos de interés en Japón. En Asia, la bolsa de Tokio subió ayer un 10,3%, su mayor avance desde 2008 y el cuarto de la historia, impulsado por la caza de gangas tras el desplome del lunes (-12,4 %). Asimismo, las bolsas de Seúl y Taiwán, dos de las más castigadas el lunes, rebotaron un 3,3 y un 3,38%, respectivamente. Shanghái, que registró descensos más moderados, cerró con ganancias del 0,23 %. Por el contrario, Hong Kong finalizó la jornada con un descenso del 0,31 %.
Wall Street abrió ayer en verde y su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, subía un leve 0,07 % después de que el parqué sufriera ayer su peor día en casi dos años. Diez minutos después del toque de la campana, el Dow Jones se situaba en 38.876 puntos, el S&P 500 subía un 0,36 %, hasta 5.236 puntos, y el Nasdaq subía un 0,41 %, hasta 18.088 puntos. En Europa, el Ibex 35 moderó su caída al 0,32% al cierre de la sesión, tras haber llegado a caer más de un 1% en ciertos momentos de la jornada. De esta forma, el selectivo madrileño encadena ya cinco sesiones consecutivas en negativo y se sitúa en los 10.390,5 enteros, en mínimos desde mediados del pasado mes de marzo, tras el lunes negro en el que se anotó una caída del 2,34%, la mayor desde marzo de 2023
Las principales Bolsas europeas cerraron con signo mixto, con alzas del 0,23% en Londres y del 0,09% en Fráncfort, y caídas del 0,27% en París y del 0,60% en Milán. “Parece que lo peor ha pasado. Se estima que una gran parte del volumen de operaciones de ‘carry trade’ habría logrado liquidarse ya”, apuntaba ayer el analista de mercados Franco Macchiavelli. En líneas generales, el carry trade consiste en endeudarse a tipos de interés bajos e invertir el dinero obtenido en activos que ofrecen una rentabilidad mayor.
“A partir de ahora entramos en un contexto de mercado extremadamente sensible a la macroeconomía, ya que un dato bueno ayudará a calmar el miedo, mientras que datos malos volverán a alimentar la narrativa de recesión”, advirtió. “El trasfondo económico no es tan nefasto como indican los mercados”, subrayó, por su parte, Michael Langham, economista de la gestora Abrdn. Y destacó, como aspectos positivos, que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) empezará a relajar su política monetaria y que China podría aprobar nuevos estímulos.