La vicepresidenta primera del Gobierno español y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital, Nadia Calviño, ha anunciado este jueves que revisará "al alza" las previsiones de inflación cuando el Ejecutivo prepare los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023 y de cara al otoño, cuando remite toda la información a las instituciones europeas.
Calviño, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, ha asegurado que las previsiones apuntan a que julio seguirá con el nivel actual de inflación, "alta y muy elevada", con lo que se mantendrá en los dos dígitos, para después empezar a bajar tras el verano.
"Nuestra previsión es que siga estando en estos niveles elevados y empiece a bajar después del verano porque tenemos un alza de los precios de la energía a nivel internacional y los precios del gas se han duplicado", ha señalado Calviño, que ha insistido en que España debe "prepararse" para un escenario en el que los precios de la energía, los alimentos y otras materias primas "siguen muy elevados".
Junto a ello, y pese al descenso del precio del petróleo de los últimos días, la vicepresidenta ha señalado que, en el caso español, el tirón del turismo está llevando al alza los precios de los servicios turísticos para compensar los años negativos de pandemia.
"Las previsiones son seguir en este nivel de inflación alta, muy elevada. Nuestro objetivo tiene que ser posicionarnos en torno a la media europea para que las empresas españolas no pierdan competitividad y compensar y amortiguar el impacto negativo sobre los ciudadanos, las empresas y repartir de manera justa el coste de la guerra", ha insistido.
Así, ante este escenario, Calviño ha avanzado que "está claro" que el Gobierno central va a tener que revisar al alza las previsiones de inflación. El Ejecutivo no hace formalmente estimaciones sobre la evolución de los precios y suele tomar como referencia las previsiones del Banco de España, que apuntan para este año a una inflación media del 7,5%.
Las previsiones de crecimiento
Preguntada por si se revisarán a la baja las previsiones de crecimiento, Calviño no ha aclarado si se hará y se ha limitado a decir que se realizan con "enorme prudencia", que se van adaptando a la situación y que, en conjunto, "se mantiene un fuerte crecimiento en España. "Pero el escenario económico ha cambiado por la guerra y los cortes de suministro de gas y petróleo, que están impactando a la inflación en España", ha añadido.
Precisamente, la Comisión Europea tiene previsto publicar este jueves sus previsiones económicas de verano. Calviño ha asegurado que, con independencia de los datos que ofrezca Bruselas, "todos los organismos están rebajando a la baja las previsiones de crecimiento y al alza las previsiones de inflación". "Eso es lo coherente con el escenario que se ha generado a raíz de la guerra", ha añadido.
En todo caso, ha insistido en que todos los organismos coinciden en que la economía española seguirá teniendo un "crecimiento fuerte", impulsada también por los fondos europeos y el Plan de Recuperación, que ofrece una "base más sólida para afrontar los retos de futuro".
Así, preguntada por si el Estado se encamina hacia una recesión económica, la vicepresidenta ha aseverado que "de momento" lo que se ve es una economía que crece "a muy buen ritmo", para la que todos los organismos nacionales e internacionales proyectan un crecimiento superior al 4% este año.
Mayor eficiencia energética
Calviño ha asegurado que "comprende perfectamente la desazón, el enfado y la frustración" de los ciudadanos ante los elevados precios, pero ha insistido en que el Gobierno español está respondiendo "de manera eficaz", con medidas "muy pegadas al terreno" y concentradas en ayudar a los ciudadanos para que puedan seguir consumiendo y "teniendo una vida lo más normal posible".
Preguntada por si el Estado tendrá que adoptar medidas como las que se están pidiendo en Alemania para ahorrar energía (duchas más cortas y con agua fría), la vicepresidenta ha subrayado que la situación del país "no es comparable" ni a la del país germano ni a la de Francia.
En el primer caso, ha recordado que la amenaza que afrontan proviene del corte de suministro energético por parte de Rusia dada la dependencia "sustancial" de Alemania del gas y del carbón ruso. En el caso francés, ha afirmado que la mitad de su parque nuclear está parado y está importando energía desde el Estado, donde existe "garantía de suministro y una importante penetración de las energías renovables".
"Vamos a tener que tomar entre todos medidas que nos lleven a una mayor eficiencia energética, pero manteniendo nuestro estilo de vida porque afortunadamente tenemos una situación distinta", ha concluido.