A primeros de septiembre como en el que estamos pero allá por 2009, desapareció de la pequeña pantalla una propuesta de esas que podemos decir nos permitía terminar el día con una amplia sonrisa. Camera Café había llegado también en septiembre, pero de 2005, y alcanzó la cifra de 530 capítulos que englobaron más de 1.400 historias con su prólogo, desarrollo y epílogo. El tanto de su adaptación se lo había apuntado Telecinco, que llegó a conseguir hasta un 22% de audiencia al permitirnos ser espectadores privilegiados, desde dentro de aquella imaginaria máquina de café (o de poleo para Bernardo), de las andanzas de todos aquellos empleados, cada uno con su toque particular.
El formato, originariamente francés, ha sido adaptado en una treintena de países. Además de en España, en lugares como Alemania, Italia, Polonia, Chile o Portugal, y en todos ellos con gran éxito.
Sus dos primeras temporadas fueron las más exitosas en audiencia, superando los 3.500.000 espectadores la primera y rozando los 3.900.000 la segunda. La tercera superó también los tres millones de audiencia pero la cuarta ya dio muestras de desgaste quedando algo por encima de los 2.200.000 espectadores.
En 2011, un par de años después de su última emisión, Telecinco anunció una quinta temporada, pero esta nunca llegó a emitirse.
A cual más peculiar
En el plantel de personajes había de todo. Desde el director gerente, Antúnez (Luis Varela) hasta Choches, la señora de la limpieza (Juana Cordero), pasando por las responsables de marketing Victoria y Mónica (Ana Milán y Carolina Cerezuela); los comerciales Julián y Jesús (Carlos Chamarro y Arturo Valls); el contable Bernardo (César Sarachu); las secretarias Cañizares y Marimar (Esperanza Pedreño y Esperanza Elipe); el chófer del presidente, Arturo Cañas, un hombre con muy malas pulgas (Alex O’Dogherty; Richar el informático (Joaquín Reyes); el vigilante de seguridad, Benito (Daniel Albaladejo); Paco el Brasas, que regentaba el bar donde los protagonistas comían sus menús; y hasta una becaria entrada en bastantes años, que fue encarnada por la vizcaina Mercedes López de Luzuriaga, recientemente fallecida, entre otros.
Salvo alguna pequeña excepción, todos ellos han continuado ligados a la interpretación tanto en televisión como en el teatro en algunos casos. El cine, por su parte, fue el medio a través del que el espíritu de la serie volvió al gran público con Camera Café, la película. Con la ausencia de algunos personajes, casi todo el reparto se reunió, a las órdenes de Ernesto Sevilla, en una cinta que, no cabe duda, tenía su punto nostálgico.