Camila Parker no puede dejar de hablar de ello

Alberto Guzmán está metido en todas las salsas y esta semana nos trae mandanga de la buena. Sus artículos de la Revista On están recién salidos del horno y nos los cuenta con la gracia y la alegría que le caracterizan. Pasamos un buen rato a costa del famoseo, que siempre da que hablar. 

Escucha aquí la sección completa

El cuesco sonoro de Biden

Es, de lejos, el 'trending topic' de la semana en los amoquetados pasillos de Buckingham Palace. El tema del que todo el mundo habla: embajadores, realeza, servicio e incluso el flemático gabinete de prensa de su majestad la reina Isabel II. Porque según los presentes, debió de ser un pedo de los que marcan época. Como el de cualquier tío gordo soltero, pero en todo un presidente de los Estados Unidos de América. Así, al menos, lo califican los amarillos tabloides del Reino Unido: "Largo, ruidoso e imposible de ingonar".

La Pradera

Señoras, señores, en la tele, como en la vida, no todo es lo que parece. E incluso en la pradera más blanca, risueña y familiar que el público recuerda emergió algún que otro arbusto y mala hierba. Así lo hemos sabido cuatro décadas después de que se despidiera para siempre de la pequeña pantalla La casa de la pradera. Ese paradigma televisivo de familia americana, perfecta y feliz, que también ocultó durante su rodaje en los años 70 el infierno y pesadillas de varios de sus protagonistas. Es el caso de la actriz Karen Grassle, la inolvidable señora Caroline Ingalls, quien acaba de narrar en una escandalosa autobiografía sus terribles adicciones: "Era alcohólica en aquella época". Aunque lo más desconocido e insospechado que podían imaginar los fans de la serie era la pésima relación que siempre mantuvo con Michael Landon, el protagonista y productor. Según detalla Karen en el avance del libro, "nunca accedió a subirme el sueldo". Y al parecer, acostumbraba a humillarla y violentarla cuando se encontraban en el set de rodaje. Una terrible realidad que siempre estuvo maquillada de gorros de paja, amapolas y diálogos remilgados.

'Barrio Sésamo' versus los negacionistas

Nunca un programa infantil había desatado tanta polémica en el país de la hamburguesa, la Super Bowl y la libertad. Pero el todavía alto porcentaje de personas sin vacunar contra el Covid-19 en los Estados Unidos de América, que asciende hasta el 41 %, ha hecho que el formato más longevo de la televisión tome cartas en el asunto. El famoso pájaro Paco Pico, pariente lejano de la gallina Caponata, anunció en directo la pasada semana que ya se había inoculado las dos famosas dosis de Pfizer. Un acto sanitario de ejemplo y responsabilidad para con los más pequeños que ha generado tantos aplausos como críticas entre grupos radicales.