La actividad de aquel sábado del mes de abril de hace 50 años estuvo monopolizada por el fastuoso acto de inauguración del scalextric donde se congregaron los prebostes políticos, militares y religiosos de aquella Vitoria con poco más de 135.000 habitantes.
La vida continuaba más allá de aquel evento que suponía una nueva dimensión para el tráfico en la ciudad y el mejor ejemplo estaba la estrella del panorama musical que se subió al escenario de una legendaria discoteca y también sala de conciertos. Para esas jornadas del 15 y 16 de abril, el Elefante Blanco anunciaba en los periódicos de la época las dobles sesiones de un joven y prometedor cantante como Camilo Sesto en el local de la calle Francia y la esquina de la Plaza San Antón. Con 25 llegó el compositor levantino a un espacio como el Elefante Blanco por donde desfilaron en aquella época y años posteriores los mejores artistas del panorama musical.
En plena Semana Santa del siglo XXI, hace medio siglo ya se había celebrado una festividad muy arraigada y respetada en la recta final de marzo. Las posibilidades de hacer viajes no eran tan amplias y sencillas como en la actualidad, pero había ofertas y destinos idénticos a los actuales. La capital inglesa ya ejercía de imán para los más osados de la época. Se ofertaba disfrutar de una escapada a Londres desde Bilbao por 8.800 pesetas (52,88 euros). La posibilidad de estirar el viaje hasta una semana, se veía también incrementada en el precio y se situaba en las 11.520 pesetas (69,23 euros). Para los bolsillos más pudientes un tour combinado por Grecia e Irán, de 11 días de duración, suponía un desembolso de 45.500 pesetas.
En el plano deportivo tampoco le marchaban mucho mejor las cosas a un Alavés, inmerso en la Tercera División en aquella campaña 1971-72. Ese fin de semana completó una pésima actuación en su desplazamiento al campo del Tudelano donde cayó por 3-0.