Vida y estilo

Caminata afgana, la increíble forma de senderismo que te ayudará a perder peso

Esta técnica, muy de moda entre los senderistas en los años 80, regresa ahora con fuerza por los numerosos beneficios que aporta a nivel físico y mental
Un grupo de amigos hace senderismo por una zona montañosa.

Caminar es una forma sencilla, amena y económica de incorporar el deporte a la rutina diaria y una manera estupenda de mantenerse en forma y de cuidar la salud, tanto física como mental. Es apta para personas de cualquier edad y condición física y conlleva un riesgo de lesión mucho menor que salir a correr.

Uno puede ponerse sus propias normas para la caminata o bien seguir otras técnicas ya establecidas, como es el caso del rucking, el retrowalking o el CaCo. Pues bien, a estas modalidades se puede añadir un método que, aunque no es nuevo, ha vuelto a ponerse de moda: la caminata afgana.

En qué consiste

El origen de la caminata afgana se remonta al autor francés Édouard Steigler, quien en su libro Regeneración a través del caminar afgano hacía referencia a esta técnica de senderismo inspirada en los pueblos nómadas afganos. Estos eran capaces de recorrer grandes distancias en el desierto (hasta 700 kilómetros en diez días) sin hacer un gran esfuerzo físico.

Esta técnica se puso de moda entre los senderistas en los años 80 y el secreto de su éxito está en coordinar los pasos con la respiración nasal para lograr un ritmo constante. Esto exige un elevado nivel de concentración y supone de gran ayuda para aumentar la resistencia.

Cómo se practica

La caminata afgana consiste en 8 pasos que se deben repetir durante todo el tiempo que dure la caminata: se coge aire por la nariz mientras se dan los tres primeros pasos, se aguanta la respiración en el cuarto paso, se exhala el aire durante los tres siguientes pasos y se vuelve a aguantar la respiración en el octavo paso.

La técnica tiene una variante para cuando se camina cuesta arriba: inhalar aire durante los dos primeros pasos y expulsarlo en los dos siguientes sin contener la respiración.

Una pareja joven camina por el campo en primavera.

Los pasos deben ser cortos y suaves, adaptando la respiración en cada caso y respirando siempre por la nariz. La respiración nasal ayuda a mantener el equilibrio entre el oxígeno y el dióxido de carbono, mientras que respirar por la boca aumenta el nivel de CO₂ en la sangre con el consiguiente riesgo de sufrir asma, tensión alta o enfermedades cardiovasculares.

Aunque al principio puede que no resulte fácil llevar a cabo este ejercicio, la práctica y la constancia ayudan a lograrlo. Los expertos recomiendan practicarlo al menos tres veces por semana durante 20 o 30 minutos y, aunque lo ideal es hacerlo en contacto con la naturaleza, también se puede aplicar a la vida diaria y llevarlo a cabo de camino al trabajo, durante el paseo diario, en la salida del fin de semana, etc.

Beneficios

Entre los efectos positivos que esta técnica tiene tanto para la salud física como mental están:

- Mayor resistencia. Esta forma de caminar aumenta la resistencia gracias a que las células reciben un mayor aporte de oxígeno.

- Pérdida de peso. Caminar durante más tiempo sin cansarse redundará en un mayor gasto calórico y como consecuencia en una mayor pérdida de peso.

- Ejercicio cardiosaludable. Al trabajar el corazón y los pulmones de una forma coordinada, mejorará la circulación sanguínea y se reducirá el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, ayuda a reducir los niveles de colesterol malo (LDL), controla el azúcar en sangre, previene la diabetes, reduce el riesgo de presión arterial alta y fortalece las defensas del sistema inmune.

- Aparato locomotor. Ayuda a fortalecer los huesos y los músculos de las piernas y de los glúteos y evita dolores, lesiones y traumatismos en las articulaciones, más probables con la práctica del running.

- Salud mental. La sincronización de los pasos con la respiración requiere una cierta concentración, lo que favorece la relajación, ayuda a combatir el estrés y los pensamientos negativos. Su efecto puede ser similar al de la meditación, lo que también contribuirá a mejorar la calidad del sueño y resultará muy beneficioso para la salud mental.

La caminata afgana es una buena forma de cuidarse y de perder algún que otro kilo, eso sí, siempre que se acompañe de una buena alimentación y de un estilo de vida saludable.

24/06/2024