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Canasa retrasa hasta marzo la entrega del proyecto que llevará agua a la Ribera

Inicio de las obras de ampliación de la primera fase del Canal, a su paso por Lerín el pasado octubre.

Canasa retrasa nuevamente el proyecto del Canal de Navarra, en esta ocasión, le ha tocado a la segunda fase del Canal de Navarra que llevará agua a la Ribera.

La empresa pública, que gestiona esta infraestructura, ha anunciado en la tarde de este martes que amplía el plazo para presentar el proyecto hasta marzo de 2022, con el consiguiente modificación del resto de fechas para su construcción.

En una nota oficial se ha informado que el consejo de administración de la sociedad mercantil estatal Canal de Navarra (Canasa) se ha reunido para tratar diferentes asuntos, en un encuentro que se ha celebrado de manera telemática y en el que han participado Miguel González Suela, subsecretario del MITECO y presidente de Canasa; la directora general, Rosa Cobo, y por parte del Gobierno de Navarra, el vicepresidente segundo y consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos, José María Aierdi; la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, y el consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza.

El consejo de administración ha tomado esta decisión porque quiere tratar de manera adecuada varias cuestiones del proyecto relacionadas "con los cruces de los ríos Ebro y Aragón, la Balsa de Tudela y el tratamiento de aspectos arqueológicos y ambientales de las zonas por las que va a construirse esta infraestructura", ha aclarado Canasa.

El pasado julio la presidenta María Chivite y el consejero Bernardo Ciriza se reunieron con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, y con el director general del Agua, Teodoro Estrela, para acordar acelerar la segunda fase del Canal de Navarra para llevar agua de calidad a la Ribera, tanto de regadío como de boca.

DOS TUBERÍAS SOTERRADAS A LA VEZ

En ese momento, el Ejecutivo foral anunció en una nota que preveían concluir para finales de año la confección del proyecto constructivo de la segunda fase, que consiste en instalar dos tuberías soterradas al mismo tiempo. Sin embargo, cinco meses después, Canasa ha anunciado que necesitará por lo menos tres meses más para concluir el diseño del proyecto.

El siguiente paso será la tramitación ambiental, para posteriormente publicar la licitación de la obra.

A finales de octubre de 2020, fuentes oficiales señalaron 2022 como posible fecha de inicio de la construcción de la segunda fase, pero tras la reunión de esta tarde, todo queda abierto y se desconoce fecha para comenzar dicha construcción.

UNOS 220 MILLONES DE EUROS Y 21.522 HECTÁREAS

Inicialmente el coste de esta obra puede ascender a unos 220 millones de euros, en los que pueden participar los fondos europeos de recuperación.

Canasa optó por dos tuberías construidas al mismo tiempo porque conllevan un desarrollo más rápido de toda la zona regable al posibilitar, desde un inicio, la puesta en riego de hasta 21.522 hectáreas; porque permiten realizar una planificación estratégica en el ámbito agrícola, industrial y de abastecimiento urbano; porque producirán una mayor garantía de suministro ante posibles averías o mantenimiento; porque los trabajos de recuperación paisajista y medioambiental serán más acotados en el tiempo; porque suponen un ahorro de cinco millones respecto a otra de las alternativas (la de dos conducciones con decalaje); y porque suponen una menor afección medioambiental y arqueológica al hacerse una única intervención.

Aunque según ha informado Canasa, aspectos medioambientales y arqueológicos han obligado a ampliar el plazo para poder terminar el proyecto de la segunda fase.

Además en el encuentro telemático, han hablado sobre los informes de explotación del segundo y del tercer trimestre y de la planificación presupuestaria para el próximo ejercicio.

15/12/2021