El coronavirus ha provocado la cancelación de varios conciertos en Legazpi, Urretxu y Zumarraga
Se dice que la música amansa a las fieras, pero en el caso del coronavirus casi se puede decir que es la fiera la que está amansando a la música: la alta incidencia está volviendo locos a programadores y músicos, hasta el punto de tener que suspender algunos de los conciertos de Navidad programados en Urola Garaia. No hay músico que amanse a esta fiera (esperemos que la ciencia lo consiga), pero la música nos vendrá bien para olvidarnos de ella aunque sea por un rato.
Son cinco los conciertos que se han cancelado, retrasado o modificado. El que organiza la banda de txistularis Antxiñako Ama de Zumarraga todos los años por estas fechas se ha retrasado. Iba a celebrarse mañana por la tarde en el frontón Beloki.
El concierto de Navidad de Urretxu se ha suspendido. Iba a celebrarse hoy por la tarde y han decidido cancelarlo porque suelen participar muchos músicos. En su lugar, la banda de música Iparragirre Balerdi ofrecerá un pasacalles. Será hoy, a partir de las 19.00 horas.
La escuela de música de Urretxu y Zumarraga también ha cancelado su concierto de Navidad. Iba a celebrarse el martes que viene. El cuarto concierto suspendido es el que iba a ofrecer la rondalla Alaitasuna de Legazpi mañana por la tarde en el salón Latxartegi. Por último, el concierto que iba a ofrecer la banda de música de Legazpi se ha convertido en kalejira: será el domingo, a las 12.00.
El resto de los conciertos programados se desarrollarán con normalidad, pero los espectadores tendrán que presentar el pasaporte covid. El domingo, a las 18.00 horas, la orquesta Et Incarnatus, Rogelio Botanz, Tapia eta Leturia, Kristina Aranzabe, Leire Letu y Nikotina ofrecerán un concierto solidario con la Palma en el frontón Urbeltz de Legazpi. El mismo día, a las 13.00, la banda de Zumarraga actuará en el salón Zelai Arizti. También el domingo, a las 19.00 horas, el trío Schubert ofrecerá un concierto en la iglesia de Urretxu.
La fiera no ha paralizado a los músicos. Y cuando la fiera deje de rugir, la música seguirá sonando.