El 80% de los menores de 15 años está libre de cáncer a los cinco años. Un porcentaje muy elevado que demuestra que con investigación, innovación y financiación se consiguen resultados. El hospital de Cruces es un referente en pediatría y también por el trabajo y los tratamientos en la sexta planta.
"Afortunadamente las tasas van mejorando poco a poco. Se debe a que podemos incorporar nuevas terapias y tratamientos y la esperanza no es solo la tasa de curación sino disponer de otras alternativas menos tóxicas y con menos efectos a largo plazo", subraya Itziar Astigarraga, jefa de pediatría del hospital de Cruces.
Este año Osakidetza quiere centrar este 15 de febrero, día de lucha contra el Cáncer Infantil en los supervivientes y cuál es su calidad de vida a largo plazo. "Es importante seguir investigando para evitar esos efectos adversos y tratamientos que no afecten al corazón, problemas de desarrollo y es una lucha importante", destaca la doctora Astigarraga.
Es importante en este sentido las mejoras que ha habido en cuanto al diagnóstico. "Supone clasificar mejor los tumores que aunque tengan el mismo nombre tienen comportamientos diferentes", explica. Es lo que ocurre con la leucemia que es el cáncer más común en los menores. "Ahora conocemos cuando las formas son más graves y responden peor y no nos vale decir leucemia en general sino que hay que excluir los marcadores que se asocian a mayor riesgo de recaída y hay más precisión porque incorporamos estudios moleculares", detalla.
Investigación específica
La jefa de pediatría de Cruces da una especial relevancia a la investigación en general pero matiza que es necesario que haya una especifica del cáncer infantil. "Solo conociendo mejor por qué se transforman células en malignas podemos desarrollar nuevas terapias. La inmunoterapia supone que podemos enseñar a nuestras células de defensa y poder enseñar o usar medicamentos que ayuden a que nuestras células de defensa actúen mejor", explica.
Es importante tener en cuenta además, que en el caso del cáncer infantil no hay posibilidad de prevención. "Lo importante es el trabajo conjunto de atención primaria que son los que nos pueden poner en alerta", afirma. "Hay que trabajar en la infancia y adolescencia para facilitar hábitos de vida saludable y evitar el desarrollo cáncer en la edad adulta. Podemos prevenir durante la infancia el cáncer de los adultos. Tenemos una investigación al respecto", añade.
Síntomas ante los que estar alerta
La leucemia y los tumores cerebrales son los cánceres más frecuentes en los menores. Es importante la labor de la atención primaria y detectar síntomas que nos pongan en alerta. "En las leucemias: los dolores óseos, ganglios grandes, tumores cerebrales con convulsiones pero sin fiebre, alteración de la marcha o en los huesos con dolores que no se pasan o inflamaciones a nivel local. Los pediatras los reconocen bien", afirma Itziar Astigarraga.
Igual de importante que el tratamiento médico es vital la atención psicológica y psiquiátrica de los menores y de sus familias. "Tenemos suerte de trabajar con niños y adolescentes y ellos mantienen esa positividad y su alegría. Siempre es una ayuda", afirma. Igualmente lo es el trabajo de las asociaciones como Aladina o La Cuadri del Hospi. "Hemos trabajado mucho con las asociaciones de pacientes. Tenemos esa planta decorada con animales, arboles, diferentes pinturas...y hacen que sean más agradable y se olvide que está en un hospital", remarca.
"Para nosotros son una ayuda enorme. Quiero aprovechar para mandar mi máximo agradecimiento. Trabajamos juntos para mejorar la lucha contra el cáncer infantil", destaca.
Reconoce que a los profesionales les cuesta desconectar. "Nos vienen pensamientos continuamente para ver cómo puedo conseguir que mi paciente mejore. Sufrimos con las familias. Es así. Es nuestra realidad. Pero aprendemos mucho de las familias, de nuestros pacientes porque nos transmiten alegría y positividad. La unidad no es triste, hay niños corriendo en triciclo y riendo en esta lucha tan difícil", concluye.