Cara y cruz de Williams ante el Barcelona

El delantero rojiblanco, sin puntería una vez más de cara a gol, pero incisivo e indetectable para la defensa del Barça, exhibe sus virtudes y defectos en un partido que da la razón a Marcelino

IÑAKI Williams, protagonista durante la semana al reivindicar su condición de "delantero moderno" en la misma sala de prensa en la que Marcelino García Toral dejó claro el viernes que no espera que explote como goleador al atribuirle unas "muy buenas" cualidades de otra índole, dio anoche la razón punto por punto al entrenador asturiano. El choque, como si el de Villaviciosa lo hubiera visualizado antes que el resto de los mortales, se desarrolló al abrigo de su reflexión en voz alta respecto a la identidad futbolística de un Williams omnipresente, pero carente de gol una vez más.

Indetectable para la defensa del Barcelona, incapaz de hacer frente a la potencia del bilbaino, el ariete rojiblanco coleccionó ocasiones de todos los colores. Muchas de ellas, generadas por él mismo imponiéndose una y otra vez a un sobrepasado y a la postre expulsado Eric García. Hasta seis acciones susceptibles de acabar en gol protagonizó en la primera mitad Williams, quien madrugó para la primera. Fue a los 38 segundos. Centro de Iñigo Lekue desde la banda derecha y remate de primeras que se estrella en el cuerpo de Eric y acaba en córner. En el minuto 10 llegó la segunda para el punta bilbaino, quien robó la cartera al propio Eric y esta vez fue Neto quien desvió a córner el disparo a quemarropa del 9 del Athletic.

Acto seguido, dos caídas consecutivas del rojiblanco a la banda izquierda dieron pie a sendos envíos al corazón del área que no acertaron a rematar con éxito Alex Berenguer ni Unai Vencedor. Tampoco se mostró preciso poco después el propio delantero bilbaino al cabecear alto en posición forzada un envío del de Barañain, quien volvió a encontrar al bilbaino en el 35 con otro centro que Williams remató de primeras al lateral de la red. Fue así, con una marcada omnipresencia en el juego ofensivo de un eléctrico y vertical Athletic, como el mayor de los Williams puso el punto final a una primera mitad que dio pie a una segunda en la que volvió a merodear el gol en el primer minuto tras comerle de nuevo la tostada a Eric y ver cómo Neto llegaba antes al esférico por milésimas de segundo.

Con el Barcelona sometido y minimizado por una notable versión de los pupilos de Marcelino, el gol se resistía. Solo faltaba embocar. Y lo hizo Iñigo Martínez a la salida de un córner. Lo celebró con entusiasmo, pese a no llevar su firma, el incisivo Williams, falto de gasolina en la última media hora de encuentro. Desfondado, pero sobre el césped hasta el pitido final en su encuentro liguero número 197 consecutivo, el punta bilbaino no fue capaz de encontrar más fisuras en la zaga blaugrana, que respiró aliviada cuando las fuerzas dijeron basta a un futbolista acostumbrado a cantar bingo con el Barça como rival. El conjunto catalán, no en vano, figura como el rival al que más goles ha hecho en su carrera Williams, al que ha vacunado en seis ocasiones.

apoyo de aduriz 

Desde el palco de autoridades, en su condición de excompañero, Aritz Aduriz aprovechó ayer su regreso a San Mamés para mandar un mensaje de tranquilidad al entorno y mostrar públicamente su confianza en la capacidad del bilbaino. "Tengo mucha amistad con él, hablamos y si sigue generando las ocasiones que está generando, llegarán los goles", apuntó el exdelantero donostiarra, quien resaltó que "lo importante es tener esas ocasiones que él tiene y seguro que con un poco de paciencia entre todos va a terminar haciendo muchos goles".

La cifra

6

Son los remates que realizó anoche sin éxito Iñaki Williams contra el Barcelona de Koeman. Tres de ellos fueron a portería y los detuvo el brasileño Neto, mientras que uno salió desviado y otros dos fueron bloqueados por los defensores blaugranas, que respiraron aliviados cuando al delantero rojiblanco se le agotó la gasolina mediada la segunda mitad.