Hoy han entregado apenas una docena de reclamaciones, pero el sindicato de transportistas prevé que irán en aumento en las próximas semanas. "Sabemos que no tienen recorrido porque la Diputación ha dicho que sólo contestará a las reclamaciones que lleguen por vía judicial ", reconocía el portavoz, Jon Altuna. "Las presentamos aquí como primer paso, después iremos a los tribunales. En total, son cantidades muy importantes, que pueden alcanzar los 3.000 euros".
El sindicato Hiru ha llevado su protesta desde la gasolinera de Allerru, en Lasarte-Oria, hasta la estación de servicio de Aritzeta, donde Bidegi tiene su sede. Exige a la Diputación de Gipuzkoa que devuelva los peajes cobrados a los transportistas entre 2018 y octubre de este año, al amparo de las dos normas forales anuladas por la justicia al apreciar "discriminación".
"Nos parece una irresponsabilidad que la devolución no sea automática- denuncia el portavoz de Hiru, Jon Altuna-, ya que el cobro sí lo fue". "Es un gasto más que se impone a los transportistas en una situación muy delicada, a sabiendas de las dificultades que tenemos para repercutir esos gastos en los clientes". En este sentido, Hiru incluye entre sus peticiones el establecimiento de una factura en función de costes, un mayor control de prácticas "irregulares" (como las falsas cooperativas o la subcontratación) y ayudas que faciliten el relevo generacional.
Así, continuarán con sus protestas en las próximas semanas, concentrándose ante las sedes del Gobierno Vasco, el Gobierno de Navarra, Confesbak y la Asociación de Empresarios de Navarra.
Preguntado sobre la huelga convocada por el Comité Nacional del Transporte para los días 20-22 de diciembre, Altuna explica que Hiru ha decidido "no secundarla". "Entre los convocantes están las grandes empresas, responsables de la situación que vivimos y que defienden más sus propios intereses que la situación de los conductores", añade.