Carmen Mola regresa con Las madres, una nueva entrega, la tercera, en la que la inspectora Elena Blanco se hará cargo de una trama en la que la habitual “exploración del mal” que hacen Antonio Mercero, Jorge Díaz y Agustín Martínez se dirige hacia las mafias de los vientres de alquiler y la corrupción policial.
Tras ganar el Premio Planeta con La bestia, momento en el que todo el mundo descubrió quiénes estaban detrás del nombre de Carmen Mola, Mercero, Díaz y Martínez vuelven a Alfaguara (donde “al menos” publicarán otra entrega más de esta saga) con este thriller donde el “pudor” brilla por su ausencia, según reconoce este trío de autores durante una entrevista con motivo de la publicación este martes de esta nueva trama.
“Escribimos así porque de lo contrario la historia no sería creíble para la trama, ni para nosotros”, ha explicado Mercero acerca del hecho de que sus novelas, como la mayor parte del género noir estén cargadas de violencia. Aunque, ha matizado, son conscientes de que hay algunas escenas que tienen que “desechar”.
“Todas nuestras novelas –ha agregado Martínez– tienen una violencia extrema porque no queremos ser mojigatos, sería igual que si en una novela romántica evitamos el enamoramiento”.
Así, con esta premisa básica del más puro noir, los tres sumergen al lector en una realidad en la que “exploran el mal” que hay detrás de las mafias de los vientres de alquiler con un arranque tan potente como el de un hombre asesinado y con el cadáver de un bebé dentro de su vientre.
“El noir pone el foco en los conflictos de la moral y lo que hemos hecho es hacer el viaje con los personajes. No queríamos hacer una novela que sentara cátedra sobre la maternidad subrrogada. Es algo que quizá no tengamos tan cerca en España, y lo que hacemos es acercar esta realidad”, ha afirmado Martínez.
Unas palabras que refuerzan la intención con la que se ha escrito Las madres: “Para que inicie el debate de los vientres de alquiler”, ha afirmado Díaz.
Un viaje que el lector hará a través de Elena Blanco, su compañero Zárate, o una víctima, Violeta. Pero también lo harán junto a una policía infiltrada en una mafia de estas, Reyes. Un personaje que les lleva a sumergir la novela en otro mar de aguas revueltas como es la corrupción policial.
Componentes que hacen que Las madres vuelva a ser un ejercicio de buena escritura, de esa en la que el lector no tiene ni un momento de descanso, como así se sienten los autores tras ganar el Planeta y que su identidad se desvelara.
“En pleno confinamiento empezamos con Las madres, pero la aparcamos y nos pusimos a escribir La bestia, así que hemos compaginado las dos novelas”, ha dicho Martínez también al tiempo que Díaz ha adelantado que la próxima novela que publicarán con Planeta será otro thriller histórico.
Y mientras que están de promoción de esta novela que transcurre en Madrid, este domingo se estrenó en Atresplayer la serie basada en la primera entrega de su trama, La novia gitana, dirigida por Paco Cabezas y donde Nerea Barros da vida a Elena Blanco. Una adaptación con la que ambos están “satisfechos”.
A la espera de que este martes llegue a las librerías esta nueva trama, el trío de escritores no duda de que enganchará como lo hicieron los anteriores libros (con los que han vendido más de 600.000 ejemplares) porque si algo es esta serie es “entretenimiento”.