Tolosa despide un Carnaval histórico por su significado especial después de dos años duros de pandemia. Asteartita volvió a mostrar la cara más local de un Inauteriak que, un año más, ha derrochado imaginación, ingenio y humor.
Los y las tolosarras despidieron ayer un Carnaval histórico, que no lo ha sido quizá por su nivel de ingenio o participación, sino por su significado después de dos años duros de pandemia. Durante una semana Tolosa ha experimentado un paréntesis, un sueño festivo del que muchos despiertan hoy, Miércoles de Ceniza. Que no decaiga el ánimo, ya queda menos de un año para el próximo: el 19 de febrero de 2023 será Domingo de Carnaval.
La Alborada que protagoniza todos los años la banda municipal de txistularis fue ayer el primer acto de Asteartita, un acto añejo, cargado de tradición, que recuerda al Carnaval más puro y primitivo. Más multitudinario fue el toro del aguardiante, que congregó a los gaupaseros y a quienes pusieron el despertador para no perderse la suelta de vaquillas en la plaza de toros.
Durante el resto del día hubo dónde elegir: sokamuturra, txarangas, el recorrido de las comparsas y carrozas, txistularis... El alarde de txarangas fue nuevamente uno de los actos destacados de la jornada. En la plaza Nueva se congregaron las txarangas Sukalde, Arco Iris, San Esteban y Txapel Haundi para hacer sonar al unísono las piezas carnavaleras en un acto del que disfrutan muchos y muchas tolosarras.
Las carrozas del domingo volvieron a desfilar ayer y la improvisación y los disfraces de última hora fueron la nota destacada de una jornada en la que un día más brilló el sol, redondeando aún más un Carnaval primaveral.
Pela y su cuadrilla trajeron también ayer a Tolosa al obispo Munilla en su mula, que no desaprovechó ocasión para cargar contra "la sociedad fornicadora". Por lo demás, se pudieron ver en San Francisco a los "peones de Olatz" trabajando en su obra, el grupo de mineros en su ferrocarril, la comparsa de Rigoberta Bandini implorando su Ay mamá y los sanfermineros aguardando la salida del toro en toriles, entre otros muchos.
Con el pasacalles de las txarangas San Esteban, Veleta y Txapel Haundi en la plaza Verdura, y la txaranga Incansables, que un año más fue la última de Asteartita, Tolosa dio por finalizado el Carnaval de 2022, el que inicialmente se canceló y finalmente se ha celebrado.
Quedan días por delante para que el Ayuntamiento, junto a los agentes de la comisión de fiestas, analice cómo se han desarrollado, qué se puede mejorar desde la organización y cuál es la valoración general de un Carnaval que, sin duda, ha sido diferente a otros.
En el alarde de txarangas de la plaza Nueva participaron ayer las txarangas San Esteban, Sukalde, Arco Iris y Txapel Haundi