La cuadrilla de blusas y neskas Zintzarri organizó en la jornada matinal de ayer una carrera de sacos y un taller de chapas infantil en la céntrica Plaza del Arca. El acto se llevó a cabo de 12.00 a 14.00 horas haciendo las delicias de los más pequeños, que no dudaron en participar y abarrotar las zona, en la que también hubo pintacaras.
Esta cuadrilla, compuesta por alrededor de 200 personas, se autodefine como “un grupo solidario y abierto a todos los públicos” y que, en este caso, cumplió ante los más txikis que celebraban su día grande en los festejos de La Blanca. “Está guay hacer este tipo de actividades”, manifestó Elena Salazar, componente de Zintzarri. Y es que niños y niñas de todas las edades se acercaron a y tomaron parte en la carrera de sacos, con regalos para todos. “No hay un único ganador”, añadió Salazar.
Pintxopote solidario
Además todos los transeúntes pudieron tomar parte en un pintxopote solidario, en el que degustar chorizo a la sidra y champiñones por el módico precio de 1,5 euros. Una iniciativa cuya recaudación íntegra irá a parar a la Asociación de Enfermedades Neurogenerativas (ENACH) fundada para la enfermedad de este mismo nombre. Una enfermedad rara difícil de detectar y que se percibe mediante un escáner cerebral. “Es una enfermedad que afecta sobre todo a niños”, lamentó Isaac Padilla, miembro de Zintzarri.
Una enfermedad cuyos síntomas son la falta de movilidad y psicomotricidad, y que se va notando según va creciendo el niño hasta la adolescencia. Todo esto provoca que se acumule hierro en el cerebro, impidiendo la buena comunicación de los nervios con esta parte vital del cuerpo humano. “Además es muy difícil de detectar”, agregó Padilla. Una afección que afecta a cien personas de cada un millón, aunque en los últimos años, gracias a ENACH, se ha logrado mejorar la situación con creces. “Han hecho un gran trabajo en todo, pero todavía hay que seguir”, indicó Padilla.
Una jornada que también contó con un taller de chapas, en colaboración con este periódico, y del que muchos niños y niñas disfrutaron junto a sus padres. Un evento que estuvo amenizado por la txaranga de la cuadrilla y que invitó a txikis y mayores a cantar y bailar junto a El Caminante.