Casi el 100 % de los 7.300 alumnos ciegos o con discapacidad visual que se incorporan a las aulas estos días -146 en Euskadi- lo hacen en centros ordinarios, en un año escolar en el que comienza la implantación de la nueva ley educativa (Lomloe) que establece como objetivo reforzar la capacidad inclusiva del sistema educativo.
Según destaca la ONCE, que apoya a los alumnos ciegos o con baja visión a través de equipos específicos de atención educativa, estos alumnos siguen las mismas pautas y directrices que el resto de compañeros sin discapacidad visual.
"Educación inclusiva significa que no es el alumno el que debe integrase en el sistema educativo, sino que son el propio sistema educativo y sus diferentes programas los que deben transformarse para incluir a toda la diversidad de alumnos atendiendo a sus necesidades, intereses y capacidades", recuerda Ana María Llauradó, jefa de Atención Educativa de la ONCE.
En este sentido, considera que la Lomloe supone un gran aporte a la educación inclusiva "porque la reconoce no como una realidad a alcanzar, sino que la identifica como un derecho para todas las personas".
Durante el curso 2022/23, se contabilizan en el Estado español 7.271 alumnos y alumnas ciegos y con discapacidad visual, entre los que se incluye el alumnado con sordoceguera u otras discapacidades asociadas a la visual: 1.205 en la Educación Infantil, 1.491 en Educación Primaria, 1.064 ESO, 296 cursan Bachillerato, 417 FP, 769 están en la Universidad y 2.029 están inscritos en otro tipo de enseñanzas.
Por comunidades autónomas, Andalucía, junto a Ceuta y Melilla, tienen 1.768 estudiantes; Aragón, 214; Principado de Asturias, 133; Islas Baleares, 146; Canarias, 280; Cantabria, 74; Castilla-La Mancha, 311; Castilla y León, 347; Cataluña, 1.172; Extremadura, 140; Galicia, 333; La Rioja, 41; Comunidad de Madrid, 1.118; Región de Murcia, 315; Navarra, 85; Euskadi, 146; y Comunidad Valenciana, 648.
Los Equipos Específicos de Atención Educativa a la discapacidad visual de la ONCE prestan un apoyo personalizado a los alumnos en sus centros educativos ordinarios, a través de convenios de colaboración con las diferentes administraciones educativas.
Estos equipos están formados por un total de 417 maestros y maestras itinerantes, de los que 254 pertenecen a la ONCE y 163 los aportan las administraciones públicas.