Se trata de una alerta que se está convirtiendo en habitual. La masa laboral de Euskadi envejece, mientras el relevo generacional se atasca por la crisis de natalidad. Todo ello en un contexto en el que el número de trabajadores inactivos mayores de 55 años sigue creciendo, al tiempo que lo hace la discriminación laboral en determinados sectores hacia este colectivo, y las administraciones recuerdan la necesidad de prolongar la vida activa para garantizar el sostenimiento del sistema público de pensiones. A toda esta situación, divulgada ya antes por muchos agentes, la ha vuelto a poner cifras la Fundación Adecco, que en su último informe sobre esta materia subraya que la CAV es la tercera comunidad del Estado con mayor proporción de personas sénior (mayores de 55 años) entre el total de su población activa, con un porcentaje del 23,1%, casi tres puntos por encima de la media (20,4%).
Esto significa que, de forma aproximada, uno de cada cuatro trabajadores vascos está en la cohorte de edad laboral más próxima a la jubilación. En total, según el informe de la Fundación Adecco, que toma datos de la última Encuesta de Población Activa, en Euskadi hay 242.900 trabajadores sénior, un 62% más que hace una década. La población activa mayor de 55 años representaba en el año 2013 en Euskadi el 10% del total. Por provincias, Bizkaia es la que cuenta con una mayor proporción de población activa sénior (23,7%), seguida de Alava (22,6%) y Gipuzkoa (22,2%). Todas sobrepasan la media estatal, del 20,4%. Castilla y León, con una proporción del 24,9%, y Asturias, con un porcentaje del 23,7%, son las dos comunidades que lideran la tabla.
El informe de Fundación Adecco recoge conceptos clave, como la necesidad de que la inclusión de los trabajadores sénior se convierta en un “asunto estratégico” para la economía, puesto que el “envejecimiento récord” y el “invierno demográfico” que se vive en el Estado han convertido a España en el segundo país de la Unión Europea con menor número de nacimientos. En esta situación, con un aumento también en la esperanza de vida, la fuerza laboral que suponen los mayores de 55 años “será dominante en los próximos años”, proclama el documento, que lamenta que “este sector de la población afronta grandes prejuicios y estereotipos en el mercado laboral que pueden conducirles a la inactividad, al desempleo de larga duración o a jubilaciones forzosas y anticipadas. Todo un contrasentido, teniendo en cuenta que la edad de jubilación tiende al alza, siendo la contribución sénior clave para la competitividad del país”.
La falta de relevo generacional se percibe de forma más palpable en la construcción, la industria y los servicios. El informe destaca que “también crece la población inactiva”, es decir, las personas que no buscan trabajo. “Una situación concordante con el envejecimiento de la población, que da cuenta el desaprovechamiento de la fuerza laboral más veterana. El número de inactivos sube desde la pandemia, cuando no pocos trabajadores sénior se han visto abocados a la jubilación”, recuerdan.