Aunque todavía haya quien niegue el cambio climático, hoy hemos conocido datos que no dejan lugar a dudas. Datos que nos hablan, además, de nuestro entorno más cercano: entre los años 2015 y 2023, solo en Gipuzkoa hubo casi 400 muertes relacionadas con el calor. Es una de las principales conclusiones recogidas en el quinto 'Informe de Impacto y Vulnerabilidad al Cambio Climático en Gipuzkoa', elaborado por Naturklima y el Departamento de Sostenibilidad de la Diputación Foral de Gipuzkoa, presentado esta mañana por el teniente de diputada general y diputado Sostenibilidad, José Ignacio Asensio, y el director de Naturklima, Xabier Esteban.
En dicho informe se constata, además, que el año 2023 fue el segundo año más cálido en Gipuzkoa, solo por detrás del año anterior, del 2022, lo que marca además una tendencia preocupante. Una tendencia que, advierten desde Naturklima, se ha convertido ya en "una amenaza para la salud pública" y que "afecta tanto a las temperaturas como a los patrones meteorológicos, con consecuencias directas e indirectas sobre la salud de la población". A este respecto, el diputado de Sostenibilidad, José Ignacio Asensio, ha destacado la urgencia de actuar ante los desafíos señalados en el informe: "Los datos que presenta este informe confirman que el cambio climático ya está afectando a nuestro territorio y a la salud de nuestra ciudadanía. No podemos mirar hacia otro lado; debemos redoblar esfuerzos en la transición energética, la adaptación de nuestras infraestructuras y la protección de los colectivos más vulnerables. Gipuzkoa debe liderar con acciones concretas y colaborativas para reducir los impactos del calentamiento global, proteger nuestro entorno y garantizar un futuro más seguro para todos".
De hecho, en menos de 10 años se han contabilizado 398 muertes por exceso de temperatura, de las cuales el 96% corresponde a personas mayores de 65 años. Los datos indican que el número de mujeres fallecidas es superior al de los hombres (54,6%), siendo especialmente vulnerable el grupo de edad de mayores de 85 años (186 mujeres frente a 71 hombres). El año 2023 fue el año en el que se produjo un mayor impacto del calor en la mortalidad, un 273,7% superior al 2022, con un 30% más de días en los que se superó la temperatura umbral de impacto en la salud.
Precipitación
El informe también ha analizado la evolución de la precipitación en Gipuzkoa durante el año 2023. Aunque la precipitación anual se mantuvo dentro de los parámetros considerados normales, fue un 4,1% inferior a la media histórica (1981-2010). Esta situación, si bien no resulta alarmante en términos de largo plazo, evidencia que los patrones meteorológicos están sujetos a una variabilidad que podría acentuarse en los próximos años.
Otro aspecto que destaca el informe es el estado del océano en el golfo de Vizcaya, donde las aguas superficiales se han calentado desde los años 80 a un ritmo de entre +0,20 ºC y +0,26 ºC por década. Este aumento de la temperatura marina ha conllevado un incremento significativo en el número, la intensidad y la duración de las olas de calor marinas, fenómenos que no solo afectan a los ecosistemas marinos, sino también a las actividades humanas y la economía local. Además, el nivel del mar sigue subiendo a un promedio de 2,5 cm por década desde los años 90, un indicador preocupante que plantea riesgos para las áreas costeras del territorio.
Donostia, Irun y Arrasate, las más vulnerables
En Gipuzkoa, las áreas urbanas como San Sebastián, Irun o Arrasate son las más vulnerables al aumento de las temperaturas debido a su densidad urbana, la escasez de espacios verdes y el alto porcentaje de suelo artificializado, lo que amplifica el impacto del calor. En contraste, las zonas rurales presentan una menor vulnerabilidad, gracias a la presencia de amplios espacios naturales que amortiguan los efectos del calentamiento.
Asimismo, el informe advierte sobre el riesgo creciente de enfermedades transmitidas por vectores, como el mosquito tigre y la garrapata de la oveja, cuyo hábitat se ha ampliado en el territorio debido al aumento de las temperaturas. Estos vectores, que ya están presentes en Gipuzkoa, pueden ser responsables de la propagación de enfermedades que afecten a la población local, y su incidencia podría aumentar en los próximos años si no se toman medidas de mitigación adecuadas.
En conclusión, el Informe de Impacto y Vulnerabilidad al Cambio Climático en Gipuzkoa refleja una realidad inquietante: el calentamiento global está afectando de manera significativa tanto al medio ambiente como a la salud de la población guipuzcoana. El aumento de las temperaturas, los cambios en la precipitación y los riesgos asociados a la propagación de vectores suponen una amenaza que se proyecta hacia el futuro, afectando de manera desigual a diferentes grupos de población y áreas del territorio.