Las autoridades penitenciarias rusas han impuesto al líder opositor ruso, Alexéi Navalni, doce meses de castigo en una celda especial, un día después de que la Justicia rechazara el recurso a su condena de 19 años por extremismo.
Según informó hoy el equipo de Navalni en Telegram, "le han impuesto la máxima pena posible, doce meses".
Dicha celda (EPKT) es considerada en el sistema penitenciario ruso "el mayor castigo" para un reo, independientemente de si se trata o no de una cárcel de máxima seguridad.
Navalni asegura que nada más ver rechazado su recurso, fue trasladado a la comisión de la cárcel, donde se le impuso dicho castigo por tratarse de un preso "incorregible".
"Me siento como una agotada estrella del rock al borde de la depresión. He logrado alcanzar la cima de la lista de éxitos y ya no aspiro a nada. Por otra parte, no ascendí a la cumbre, sino que he caído al fondo. Y allí, como es bien sabido, siempre puedes caer aún más bajo", comentó.
Sin asistencia médica ni visitas familiares
Los correligionarios del opositor, en prisión desde 2021, llaman a sus partidarios a protestar para que Navalni no se vea privado durante el próximo año de asistencia médica y visitas familiares, entre otras cosas.
Desde que fuera condenado a ocho años de cárcel por estafa, Navalni se encuentra en una prisión de la región de Vladímir, a unos 200 kilómetros de Moscú.
El Tribunal de Apelaciones de Rusia desestimó el jueves el recurso presentado por la defensa de Navalni y mantuvo en vigor la condena de 19 años de prisión por extremismo.
En principio, al rechazar el recurso, la nueva pena de 19 años entra en vigor y Navalni debe ser trasladado a una prisión de alta seguridad.
Con todo, sus partidarios ya comentaban anoche que existía la posibilidad de que el opositor permaneciera cerca de Moscú con el fin de ser procesado también por terrorismo.
El opositor fue condenado a 19 años por crear una organización extremista, en alusión al Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), fundado en 2011 e ilegalizado hace dos años.
El FBK irritó sobremanera al Kremlin porque denunció el enriquecimiento ilícito de los altos funcionarios, incluido el presidente, Vladímir Putin, al que acusó en 2021 de tener un suntuoso palacio a orillas del mar Negro.
Además, también se le interpusieron cargos por financiar e instigar actividades extremistas, crear una organización que atentó contra los derechos de los ciudadanos e involucrar a menores de edad en acciones peligrosas, en referencia a manifestaciones opositoras no autorizadas.