Vida y estilo

Castillo de Lapoblación: un balcón panorámico en Navarra

Subidas por bosque, pequeñas trepadas y unas vistas sin parangón es lo que nos depara esta salida de hoy.
Buzón en Castillo de Lapoblación
Buzón en Castillo de Lapoblación / Gonzalo Pérez Zunzunegui

Enclavado en tierras navarras, muy cerquita de la frontera con Álava, se encuentra esta roca, visible y muy reconocible. Se trata de Castillo de la Población o de forma más coloquial “el León Dormido”. Subidas por bosque, pequeñas trepadas y unas vistas sin parangón es lo que nos depara esta salida de hoy.

DATOS PRINCIPALES

· Kilómetros: 10,18 km

· Desnivel positivo: 603+

· Duración: corriendo 1:35h / Caminar - correr: 2:00h / Senderismo 3:00h

LLEGADA AL PUNTO DE PARTIDA

· Desde Pamplona, saliendo por la parte suroeste de la ciudad accedemos hasta la A-12 dirección Logroño. La abandonamos en la salida 44 para tomar la NA-132A sentido Vitoria. En Campezo tras pasar el pueblo cogemos la A-126/NA-743 hasta Marañón.

· Desde Donostia tomamos la N-1 sentido Madrid hasta Salvatierra. Allí llegamos a Guereñu, donde la A-3114 nos deja en Maeztu. En ese punto cogemos la A-132 hasta Campezo. Continuamos para seguir los pasos antes citados.

· Desde Vitoria, salimos por la parte sur de la ciudad y por medio de la A-2124 primero y de la BU-750 llegamos a Ventas de Armentia. Ahí tomamos la CL-127 hasta Bernedo primero y por la A-126 llegar a Marañón.

· Desde Bilbao, tomamos la AP-68 hasta la salida 6. Salimos para dirigirnos a Vitoria, pero tras pasar Nanclares cogemos la A-1 dirección Burgos hasta La Puebla de Arganzón. Allí ya nos situamos en la CL-127 que seguiremos hasta Bernedo primero y de a Marañón.

DESCRIPCIÓN  

A pesar de tratarse de un ascenso sencillo, si lo hacemos desde la localidad navarra de Lapoblación no debe de tomarse a broma, porque el desnivel es importante, igual que un par de pasos, no peligrosos pero donde sí deberemos tener precaución. De todas formas, se trata de una ruta corta, por ello en lugar de empezar desde esta localidad que le da nombre a la cima, esta vez partimos desde Marañón.

Marañón, punto de inicio y fin de la ruta

Marañón, punto de inicio y fin de la ruta Gonzalo Pérez Zunzunegui

Marañón es un pequeño pueblo navarro enclavado en la parte oeste de la provincia, muy cerca de la frontera con Álava y con el Condado de Trebiño. Perteneciente a la merindad de Estella, cuenta con atractivos importantes como es el río Ega y la Foz de Agustina, repleta de hayas centenarias, donde encontramos el precioso merendero de Roñes, un lugar para descansar a la sombra de los árboles.

Poco a poco vamos ascendiendo a través de bosque

Poco a poco vamos ascendiendo a través de bosque Gonzalo Pérez Zunzunegui

Partimos desde el valle que se sitúa justo al otro lado de la montaña, dejando la posibilidad de acercarnos a la foz y al merendero al volver. Ya en la lejanía podemos observar la silueta de la sierra hacia la que nos tenemos que acercar. Comenzamos por un terreno cómodo entre campos de labor, para acercarnos hasta un precioso bosque que tendremos que atravesar llegando de esa forma a la base de la peña que tenemos como objetivo de cima en el día de hoy.

CONSEJOS PARA REALIZAR ESTA RUTA 

Hidratación. Se trata de una ruta corta, tenemos disponibilidad de agua tanto en Marañón como en Lapoblación.

Calzado. Importante un calzado que agarre bien en roca y en tierra, ya que casi toda la parte del recorrido estará bajo nuestros pies.

Dificultad. Sencilla de seguir, el recorrido no presenta dificultad, con cuidado eso sí, por esos dos tramos ligeramente mas complejos antes de hacer cima.

Unos metros después de internarnos en el bosquecillo, la pista se dirige hacia nuestra derecha con un giro de casi 90 grados. Podemos ir por ella dando un largo rodeo o podemos tomar otro camino alternativo. A la izquierda, un pequeño sendero de unos 800 metros de longitud aproximadamente nos permite salvar el fuerte desnivel con la rampa más dura de la excursión. Como contraprestación, el paisaje entre los arboles y la perenne hojarasca del suelo nos depara una estampa preciosa independientemente del mes del año en el que nos encontremos. Superado este repecho llegamos de nuevo a la pista que habíamos descartado unos metros atrás. Ahora una serie de enlazadas nos hacen continuar la subida por el bosque, pero de una forma más suave, nada que ver con el tramo anterior. El paisaje apenas se modifica, siendo de forma continua de una gran belleza.

Llegamos a la base de la sierra

Llegamos a la base de la sierra Gonzalo Pérez Zunzunegui

Con este regalo para la vista, vamos haciendo camino para llegar a la parte este de la sierra de Lapoblación. Estamos en la parte izquierda del León Dormido, cuya silueta es una vista característica desde la zona de Rioja Alavesa, y en concreto desde donde mejor se ve es desde Logroño. La cima que pretendemos hollar se encuentra en la parte derecha según venimos nosotros; se trataría de la oreja del León Dormido. Para acercarnos a esta zona tan solo tenemos que faldear hasta la misma por el sendero/pista que rodea toda la sierra.

Último tramo antes de la cima

Último tramo antes de la cima Gonzalo Pérez Zunzunegui

Hacia la cima

Llegamos a un collado por el cual, a la izquierda, sale un sendero que se interna en la vegetación baja que se encuentra a los pies de la cima. Cuando parece que vamos a darnos de bruces con la piedra, el sendero empieza a ir de izquierda a derecha y viceversa con tramos cortos donde además vamos ganando altitud con velocidad. A mitad de la subida vienen los dos tramos complicados que comentábamos al principio. El primero es un tramo horizontal provisto de una cadena que nos facilita el paso, y el segundo un tramo estrecho –hay que ir de uno en uno– con pequeñas pero sencillas trepadas.

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Una vez superado este tramo conectamos con el que va a ser el camino de bajada y desde donde ya vemos la maravilla de entorno. Giramos unos metros a la derecha hasta llegar en continúa subida a la amplia meseta donde se sitúa la cima. Prácticamente es indescriptible todo lo que podemos observar en la cima de Castillo de Lapoblación (1.244m): un vértice geodésico, las ruinas del castillo, un buzón con un hacha –similar al de Anboto–... pero nada de eso nos llama la atención. Todo lo eclipsan las impresionantes vistas que tenemos delante. Delante por decir algo, porque en realidad son en todas las direcciones. Montes como Gorbea, Anboto, Ioar, Costalera, Toloño, Cruz del Castillo e incluso Valdezcaray son visibles desde aquí, así como una vista inmejorable de toda la Rioja Alavesa.

Espectaculares vistas de la sierra del Toloño

Espectaculares vistas de la sierra del Toloño Gonzalo Pérez Zunzunegui

Tras el disfrute visual emprendemos camino de regreso, pero en dirección a la localidad de Lapoblación, a la que llegamos con una serie de enlazadas en un continuo zigzag con cadenas en las paredes de la roca para facilitarnos el paso.

Bajamos a Lapoblación

Bajamos a Lapoblación Gonzalo Pérez Zunzunegui

Una vez en Lapoblación, mediante la pista que sale hacia el otro extremo de la sierra, la faldeamos de forma muy cómoda. Llegados a la carretera nos internamos por otra pista a la izquierda, que nos llevará a atravesar el bosque por su parte este. Salidos del mismo por otro camino, nuevamente entre campos de labor, que nos dejará finalmente en la localidad de Marañón, donde terminamos esta corta pero impresionante ruta por el oeste de Navarra.

PLANES ALTERNATIVOS 

A continuación, un par de planes extras con los que completar nuestra jornada de monte:

· Descubrir Santa Cruz de Campezo: a escasos 10 kilómetros se encuentra esta preciosa población alavesa. Para empezar un paseo por sus empinadas calles donde sus edificaciones luces arcos de medio punto, blasones y escudos. Merece destacar la plaza donde luce majestuosa una fuente octogonal cerrada por ocho poyetes con cadenas, la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, templo gótico y como no, situado en lo alto, el Santuario de Nuestra Señora de Ibernalo. Ya saliendo del pueblo tenemos variadas rutas como la senda de la Torca, de los Lobos y la espectacular Senda de la Dormida.

· Descubrir la zona: Además de estos parajes naturales, Bernedo cuenta también con un extenso patrimonio histórico y cultural. La ermita de San Román, en San Román de Campezo, es uno de los edificios más destacables, ya que desde allí se pueden admirar las impresionantes panorámicas del valle de Ega y la Sierra de Toloño. Asimismo, llaman la atención los restos de una abejera tradicional en Arluzea, formada por un pequeño edificio. En la villa de Bernedo, por otro lado, se conservan los restos del recinto amurallado como la puerta oeste de acceso y un castillo en ruinas, ubicado a los pies de la Sierra de Toloño. Y como no nuestro lugar de partida, la ermita de Nuestra señora de Okón donde cada 8 de septiembre se celebra una romería.

Tanto en Bernedo, en la ermita hay bar, como por supuesto en Campezo podremos disfrutar de una excelente oferta gastronómica.

2024-08-31T08:00:06+02:00
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