Las buenas marcas de Ane Castillo durante el 2021 invitaban a pensar que la pujante pertiguista alavesa no había tocado todavía techo. En efecto, los hechos le continúan dando la razón en este prometedor arranque de temporada donde ha vuelto a batir el enésimo récord de una modalidad exigente a más no poder.
Fue, en concreto, el domingo pasado en el velódromo de Anoeta en la primera competición donde tomaba parte cuando, gracias a un excelente salto repleto de potencia, rebasó el listón situado en 3,90 metros. Un nuevo hito en la todavía incipiente carrera de Castillo, que a sus 19 años atesora un envidiable porvenir por delante y predestinada a brindar numerosas alegrías al atletismo alavés si mantiene la progresión de los últimos tiempos.
Y es que la gasteiztarra, entrenada por Luis Aranzabal pero perteneciente todavía al club alavés del Barrutia, no ha dejado de pulverizar desde el 2021 sus sucesivos récords en salto de pértiga, tanto en pista cubierta como al aire libre. En mayo de ese año, sin ir más lejos, logró un mejor salto de 3,45 metros. Pues bien, un año y medio después, ya acaricia un registro ciertamente espectacular como los cuatro metros, algo que las personas de confianza que tutelan su carrera confían en que alcanzará dentro de un corto intervalo de tiempo.
Su meteórico crecimiento ha quedado constatado no solo a nivel de marcas personales sino también medallas, como la plata que se adjudicó en julio de este año en el Campeonato de España sub-20 celebrado en la localidad valenciana de Torrent. Entonces saltó 3,80 metros y se quedó a diez centímetros del oro conquistado por Clara Fernández con un registro de 3,90, precisamente la marca que la vitoriana rebasó el pasado fin de semana en tierras donostiarras.
Ane descubrió muy tarde su fervor por el atletismo. No en vano, antes de dedicarse en cuerpo y alma al salto con pértiga practicó la gimnasia artística, un deporte que dejó de lado para adentrarse en esta disciplina de lo más compleja que obliga a trabajar la velocidad, el salto y la fuerza para impulsarse desde el suelo. En la actualidad, Castillo se entrena en Donostia, lugar donde compatibiliza su fervor por el atletismo con los estudios, en concreto un doble grado de Fisioterapia e IVEF.