La Real Sociedad venció este domingo al Cazalegas (1-4) en la primera eliminatoria de la Copa del Rey. Ante un rival que compite cinco categorías por debajo, los txuri-urdin apostaron, tal y como hicieron en 2019 contra el Becerril, por dar amplitud máxima al terreno de juego e intentar crear peligro desde las bandas. Este es el análisis táctico del encuentro.
Dos extremos muy abiertos, un punta y dos interiores altos para mantener ocupadas las cinco posiciones de ataque. Así goleó la Real al propio Becerril en su estreno copero de la temporada 2019-20.
Ante el Cazalegas, todo apuntaba a un 4-3-3 por parte de la Real: el precedente de 2019 en un partido similar que jugaron dos extremos puros (Januzaj-Barrenetxea); e incluso el contexto de este mismo encuentro, ante un rival al que el campo podía hacérsele grande. Esto dijo en la previa en NOTICIAS DE GIPUZKOA Rubén Pulido (entrenador del propio Cazalegas).
Imanol cumplió con lo previsto este domingo. Claro 4-3-3 apreciable desde el comienzo del partido.
Enfrente, un Cazalegas que empleaba el mismo esquema que los txuri-urdin, pero que se replegaba formando un 4-1-4-1 que tapaba el juego interior de la Real, centrada en llevar el balón a las bandas.
El 0-1 de Robert Navarro nace de esta situación, con el goleador alejado del balón, pero cumpliendo con su función de dar amplitud al campo. Recibe Marín muy escorado en el lado opuesto y la Real, tras hundir al Cazalegas, consigue cambiar la jugada de izquierda a derecha.
Tanto en la acción del primer gol como en varias posteriores se apreció esa ocupación de las cinco posiciones de ataque que veíamos en la primera imagen ante el Becerril. Importante la labor de Illarra (sobre todo) y de Turrientes, amenazando y fijando marcas en primera línea ofensiva.
¿Otra posibilidad desde ese mismo punto de partida? Con la posición de Turrientes en primera línea de ataque condicionando al lateral y al extremo locales, cambios de orientación hacia Robert Navarro.
El bagaje de ocasiones, sin ser espectacular, debió servir para sentenciar el partido (mano a mano de Karrikaburu para el 0-2 en el minuto 9). No se logró por falta de acierto y porque el Cazalegas hizo un buen trabajo defensivo, además mostrándose valiente siempre que podía... EN LA PRESIÓN: soltando arriba a un interior de su 4-3-3 y apretando muy alto en 4-4-2, con los extremos pendientes de basculación (aquí le toca al derecho, Rivera) para amortiguar la posible superioridad numérica txuri-urdin en el centro del campo.
Y EN LA SALIDA: sin rifar balones y buscando al libre desde su portero, quien aquí envía al lateral izquierdo intentando burlar el salto realista por fuera a la presión (a través de Navarro y Sola). En comparación con el Becerril, el rival me pareció un equipo con más fundamentos.
El 1-1. El Cazalegas también da altura a los interiores de su 4-3-3, quienes junto a punta y extremo izquierdo condicionan a los cuatro defensas realistas. ZONA AZUL: ¿Quién tiene la misión de corregir con el goleador Rivera, que llega solo? Parece que Illarra (quizás Navarro, aunque este permanece con 'su' lateral).
Para lograr luego el triunfo ayudó mucho la calidad de los recién salidos, pero tuvo mérito confiar siempre en el plan inicial pese al contexto de apuro. El 1-2: Brais extremo y, de nuevo, las cinco posiciones de ataque debidamente ocupadas.
De nuevo también, y ahora haciendo del derecho el lado fuerte, misma disposición a la hora de atacar la banda, 'limpiándola' de rivales. Iniciador (Gorosabel) metido al carril interior fija al extremo. Merino (primera línea de ataque) fija al lateral. Brais libre.
Tras el primer tanto de Sorloth, la Real pudo lograr una goleada más amplia aprovechando los espacios a la espalda de la zaga local. Se certificó una necesaria victoria previa al descanso mundialista, durante el que este miércoles conoceremos al nuevo rival copero (eliminatoria 21 de diciembre).