Las catedrales se han convertido, con el paso de los años, en un auténtico reclamo turístico de muchas ciudades. Son, al fin y al cabo, además de las sedes oficiales de los obispos diocesanos, joyas arquitectónicas de distintas influencias que transforman la esencia de una ciudad y la dotan de una personalidad única e inigualable.
Con motivo del día internacional de las catedrales, en el que se pretende poner en valor precisamente la riqueza artística, arquitectónica y simbólica de estos recintos, te proponemos un paseo por estos edificios tan mágicos para descubrirlos, o redescubrirlos, y conocer todos sus detalles de cara a una próxima visita cultural por Euskal Herria.
Vitoria, un dos por uno
Arrancamos nuestra aventura en territorio alavés, donde pondremos rumbo a la catedral de María Inmaculada. Conocida popularmente como la catedral nueva de Vitoria, nos encontraremos ante un imponente edificio junto al popular parque de la Florida y a escasos metros de la plaza de la Virgen Blanca. Se trata además del edificio neogótico más importante de la capital vasca, y se creó en 1904 (se inauguraría tiempo después, en el 69) para sustituir a nuestro siguiente destino, la catedral de Santa María, que ya entonces no estaba en buen estado de conservación.
Catedral nueva de Vitoria.
En María Inmaculada se celebran grandes eventos, y no es para menos. Al fin y al cabo, es un imponente templo compuesto por cinco naves, girola (donde se encuentra el Museo Diocesano de Arte Sacro de Álava) y cripta. Las visitas guiadas se celebran todos los días salvo los domingos, y podemos configurarlas en castellano, euskera, inglés y francés, y uno de los detalles más fantásticos de este edificio lo encontraremos en su fachada. Se trata de unas gárgolas. Un ejercicio divertido para hacer en familia, a modo de juego, puede ser tratar de contar cuántas gárgolas encontramos.
Ponemos rumbo a continuación a la catedral de Santa María para conocer su amplia historia. Para ello, tenemos que dirigirnos al casco antiguo de la ciudad, donde nos espera uno de los edificios más maravillosos de la ciudad. Muy anterior en el tiempo a la catedral nueva, pues fue construida a finales del siglo XIII. Edificada inicialmente como iglesia-fortaleza, formaba parte de la defensa de la ciudad, y aún se pueden observar vestigios de aquella época.
Desde hace varios años se encuentra envuelta en trabajos de conservación y restauración gracias a la Fundación Catedral de Vitoria, que es a su vez la encargada de realizar unas visitas guiadas en las que lo aprenderemos todo sobre la historia de la ciudad. Podemos reservar entradas a través de la web y configurar aquella que más se adecúe a nuestras necesidades. Podemos incluso realizar una visita virtual para conocer, gracias a unas gafas de VR, cómo era la catedral antaño.
En honor a Santiago, en Bilbao
No tenemos que viajar hasta Compostela para maravillarnos con una catedral de Santiago. Declarada Patrimonio Histórico y Artístico de España en el año 1931, este templo gótico fue edificado entre el último cuarto del siglo XIV y principios del XV. De esta catedral podemos destacar sus tres naves, su claustro gótico o la Puerta del Ángel, conocida por muchos como la Puerta de los Peregrinos. A esta catedral se han acercado durante décadas cientos de miles de turistas para maravillarse con su estructura y recorrer su interior, y se han celebrado todo tipo de eventos.
Exterior de la Catedral de Santiago.
Ahora, también su exterior va a lucir diferente. Y es que han comenzado las obras para cambiar drásticamente la apariencia de las tiendas adheridas a la catedral de Santiago, algo que transformará la estética de la catedral de aquí a un tiempo, cuando las tiendas, que llevan más de un lustro cerradas, recuperen su antiguo esplendor. Así como curiosidad podemos contarte que ninguna administración -ni el Ayuntamiento de Bilbao, ni la Diputación Foral de Bizkaia, ni la Diócesis de Bizkaia- es capaz de detallar con exactitud el origen de estas tiendas y todos coinciden en apuntar que su procedencia es anterior al siglo XX.
El Buen Pastor donostiarra
Nos pasamos ahora a territorio guipuzcoano para acercarnos a la catedral del Buen Pastor, sede de la diócesis de San Sebastián. Cuando nos acerquemos a ella nos encontraremos ante la construcción religiosa más grande de toda Donostia, con una torre que mide 75 metros de altura y es visible desde casi cada punto de la capital guipuzcoana.
Catedral de Donostia.
Tal y como descubriremos durante la visita a la misma, se trata de una obra neogótica inaugurada allá por el año 1897, compuesta por tres naves, transepto y presbiterio. Concretamente, el nuevo templo fue consagrado al culto el 30 de julio de 1897, víspera de la festividad de San Ignacio de Loyola, patrono de Gipuzkoa y fundador de los Jesuitas.
Buen Pastor.
Así como curiosidad de este templo, además de su gran altura, podemos contar que el órgano original fue un Aquilino Amezua. El actual se inauguró el 19 de enero de 1954. “Es el órgano mayor del estado y uno de los mayores de Europa. Es una estructura de estaño, madera, cobre y zinc que se eleva con sus treinta toneladas de peso sobre el coro de la catedral. Su consola principal consta de cinco teclados para manos y uno de pies, además de otra suplementaria, un órgano de ecos y ciento treinta juegos efectivos”, cuentan desde la catedral.
El gran colofón, en Pamplona
Terminamos nuestra visita en territorio navarro, donde nos espera la catedral de Santa María la Real, en Pamplona. En estos momentos podemos disfrutar en su interior de la exposición Balenciaga inolvidable, pero más allá de esta cita, nos encontramos ante una catedral que no dejará indiferente a nadie. Y es que se trata de la segunda catedral más grande del Camino de Santiago tras la de Compostela, y la única del Estado que conserva las dependencias canonicales como son el refectorio -el comedor de los canónigos-, la cocina donde se encuentra una chimenea de unos 27 metros o la cillería que actualmente hace la función de almacén.
Santa María la Real.
Pero, si hay un lugar especial en esta catedral, es su claustro, una verdadera joya de estilo gótico, que se puede conocer en las visitas guiadas, en las que además se repasa la historia de la capital navarra y la gran influencia que ha tenido esta catedral en el progreso de la ciudad.